Pañales comprados en colas solo duran 5 días
En supermercados en La Coromoto de San Francisco sonaron tiros para dispersar a compradores alterados por pañales. Acusan que las madres son las principales afectadas de las colas en los mercados. Instan a autoridades a responder por la falta de alimentos y medicamentos
Hay mujeres embarazadas haciendo colas para adquirir pañales, mientras que otras luego de hacer formación no consiguen lo que buscan en los mercados. Similar historia se repite con personas de la tercera edad que padecen enfermedades crónicas y carecen de los medicamentos por la escasez en farmacias.
La vulneración de los derechos tocó el máximo al aumentar «colas a pie y en carros, unas por alimentos y otras por gasolina». Por eso, la Comisión de Víctimas de la escasez exigió a la Defensoría del Pueblo citar al Gobernador del Zulia para explicar por qué el sistema biométrico y la activación de captahuellas «no ha dado resultados», resaltó Rafael Ramírez, dirigente de Primero Justicia, mostrando el documento de solicitud, en las inmediaciones de la Defensoría, «que es la garante de todos los derechos de los ciudadanos».
A Francisco Arias Cárdenas apuntan las responsabilidades. «Dé la cara ante las víctimas de la escasez». Ramírez instó al gobernador del Zulia a que acompañe a las madres en las colas. Demuestre dónde pone su huella para comprar alimentos. Que dé el ejemplo para resolver el «problema a los zulianos».
Cecilia Moreno, ama de casa, exhortó a funcionarios del Gobierno conocer la realidad de tres, cuatro y cinco horas de sufrimiento de las madres en las colas, «para que nos entreguen un pequeño paquete de pañales de 20 (unidades). Y un niño utiliza cuatro diarios, lo que dura cinco días», reprochó.
Más tiros al aire
Mientras en dos supermercados de San Francisco y La Coromoto, sonaban tiros al aire para dispersar a compradores desesperados por pañales. En la semana, madres cargando a sus hijos recibieron empujones de revendedores que persiguen el producto.
Ayer, la Guardia Nacional Bolivariana del Pueblo y policías custodiaban las instalaciones. La gerencia de uno de los automercados bajó la santamaría. Los trabajadores debieron agruparse en el interior del lugar. Dueños de comercios cercanos cerraron las puertas por minutos al escuchar la ráfaga de plomo en el cielo