El doodle de Google celebra los cien años de Octavio Paz
El surrealismo, el incoformismo y el mundo onírico de Octavio Paz queda reflejado en una ilustración que intenta dibujar los famosos topoemas que el poeta mexicano inventó.
La obesión de Octavio Paz de huir del tiempo le llevó a crear una poesía espacial que el propio autor bautizó como ‘topoemas’, la conjugación de topo más poemas. Una poesía opuesta a la poesía temporal y discursiva. Una poesía casi metafísica, como el doodle que Google dedica al autor.
En los topoemas, igual que ocurría en la poesía de los movimientos de , se le da importancia al poder sugerente y expresivo de las imágenes plásticas.
Octavio Paz es el poeta mexicano más reconocido en el mundo y uno de los más venerados, y es por ello que no sólo Google se rinde ante su figura. México se rinde ante el polifacético escritor con una serie de actividades convocadas para festejar los cien años de su nacimiento.
Los textos que escribió Paz son los principales protagonistas de los homenajes y han sido numerosas las publicaciones que se están sacando.
Figura como ejemplo una antología de textos preparada por Danubio Torres Fierro que la Comisión Nacional de Textos Gratuitos (Conaliteg) editará y distribuirá entre 1,8 millones de estudiantes.
Traductor, editor de revistas imprescindibles, pero sobretodo ensayista y poeta, Octavio Paz fue autor de una obra inagotable y el gobierno mexicano aspira ahora a renovar el interés por su lectura, especialmente entre los jóvenes.
Paz, fallecido en 1998, fue también un influyente personaje público cuyas posiciones políticas generaron controversia en parte de la izquierda mexicana, que lo veía demasiado cercano al PRI (Partido Revolucionario Institucional), hegemónico en México durante más de 70 años.
Paz llegó a la cima de la literatura al obtener el premio Cervantes en 1981 y el Nobel en 1990. Tan profunda era su erudición, su omnipresencia en toda clase de debates y la influencia acumulada que llegó a infundir temor entre los demás escritores mexicanos, que suspiraban por la aceptación de Paz al considerarla una suerte de consagración.