Creyentes de todo el mundo asisten a sus iglesias católicas para la imposición de las cenizas, símbolo del comienzo de la cuaresma que tiene como propósito recordarle al hombre que viene del polvo y en polvo se convertirá.

Estos 40 días son oportunos para la reconciliación con Dios, a través del ayuno (que no sólo es alimenticio, sino abstenerse de hacer una acción que provoque placer), oración y el sacramento de la confesión. Sacerdotes recomiendan ayudar a los más desvalidos y necesitados. ¿Para qué? Para fortalecer el espíritu.

Estas semanas sirven de preparación para entender el significado de la pasión y muerte de Jesús, quien se entregó por todos los seres humanos para el perdón de sus pecados y resucitó a los tres días.

El obispo de la Diócesis de Ciudad Guayana, Mariano Parra Sandoval, explica que estos 40 días son similares a los que 40 días que Cristo estuvo en el desierto preparándose para el encuentro con Dios.

El sentido de la cuaresma es reconocerse pecador y arrepentirse de sus pecados, eso ayudará a crecer como cristianos en la fe.

Símbolo de arrepentimiento

La cruz de ceniza que el religioso dibuja en la frente de los creyentes es símbolo de arrepentimiento. Según el antiguo testamento de la santa Biblia, los profetas usaban las cenizas como muestra de conversión.

Una persona que se reconocía pecadora se vestía ropas indignas y se llenaban de cenizas (los restos de un fuego que purifica) para demostrar que estaban viviendo la conversión.

Las cenizas son producto de la quema de las palmas benditas del domingo de ramos del año anterior. Se trata de un símbolo de conversión, el cristiano se compromete a convertirse.

Otro significado de la imposición de la cruz de ceniza en la frente es dejar morir al hombre viejo, arrepentirse del pecado que habita en él, y renacer un hombre nuevo con la confesión y conversión.