Vea esta hermosa adaptación de La Niña de Tus Ojos de Daniel Calveti– Jesucristo sufrió como nadie, para darnos una nueva identidad como nunca hubiéramos imaginado. Él cuida de nosotros con ternura como una persona cuida sus propios ojos…¡de seguro que se sentirá amado!

Salmos 17:8 (RVR1960) – Guárdame como a la niña de tus ojos; Escóndeme bajo la sombra de tus alas.