Astrid Carolina Herrera: Si mi hija me pide saber quién es su padre, se lo dire

La actriz Astrid Carolina Herrera, recién estrenada en la maternidad, ha sido discreta con la identidad del padre de su hija Miranda. Sin embargo comentó que no está cerrada a revelar su nombre a su primogénita.
La actriz y ex Miss optó por un procedimiento de fecundación in vitro, y señaló que será la curiosidad o madurez de la niña la que le indique cuándo decirle quién es el padre-donante. “Cuando ella tenga 7 o 6. Dependerá de su precocidad. Si ella me pide saber quién es su padre, sí le diré. Lo primero que sabrá que es una niña amada, deseada”.
Durante una tertulia en el programa Portadas, Astrid Carolina se confesó enamorada de su hija, y habló nuevamente de cómo ha sido asumir la maternidad a sus 51 años, lo cual –afirmó orgullosa- la ha revitalizado. Admite que le hubiese gustado ser madre más joven, “y aunque haya sido señalado, es la experiencia más sublime”.
El primer mes, relató, fue difícil pues hubo noches que no dormía. Sin embargo, señala que su hija ha hecho que sea más paciente.
Herrera, quien tendrá una participación especial en el proceso de elegir a la próxima Miss Venezuela, aclaró que con esta decisión no se planteó ser modelo para ninguna otra mujer, sino que “estaba persiguiendo mi sueño”.

Procedimiento costoso
La actriz reveló que el tratamiento de fecundación que siguió fue costoso, lo cual lo hace poco accesible a otras mujeres que no pueden tener hijos y no tienen los recursos necesarios para optar a este procedimiento.
En ese sentido, considera que el Gobierno “debería implementar ayudas a mujeres que no pueden tener hijos. Esto debería ser más accesible”.
Confesó que tuvo apoyo económico en momentos en los que pensó que no podría continuar. “Yo recibí una ayuda enorme (…) Había medicamentos que eran muy costosos. Cada dosis costaba Bs 120 mil”.
Astrid no oculta sus ganas de tener una familia grande, y de darle un hermano a Miranda: “Me gustaría tener otro, pero depende de lo que digan los doctores. Me gustan las familias grandes”. Sin embargo, la opción de adoptar se esfuma ante el requerimiento de estar casada y lo complicado del proceso.