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El Sínodo unifica criterios sobre los divorciados

Ayer comenzó la redacción del documento que se le entregará al papa Francisco. La comunión para los separados es uno de los temas más espinosos. El Vaticano recordó que las conclusiones de este encuentro serán el punto de partida para el Sínodo ordinario de octubre de 2015

El Sínodo de los obispos, que se celebra hasta el 19 de octubre en el Vaticano, comenzó ayer a trabajar en la redacción y aprobación de un documento final que entregará al papa Francisco y en el que aunarán posiciones, sobre todo en el espinoso tema de la comunión a los divorciados.
Este fin de semana, el cardenal húngaro Peter Erdö, relator general del Sínodo, ha trabajado para presentar hoy la llamada Relatio Post Disceptationem (Relación tras el Debate), que resumirá las heterogéneas posiciones que han expresado durante la primera semana los obispos y cardenales, los llamados Padres Sinodales; los oyentes, los delegados fraternos de otras confesiones cristianas y los expertos.
Como ha podido apreciarse en estos días, el debate más intenso se vivirá entre aquellos obispos que defienden “la fidelidad sin compromisos” de la doctrina, que impide recibir los sacramentos a los divorciados que vuelven a casarse, y quienes, aun defendiendo el carácter indisoluble del matrimonio, quieren que la Iglesia católica “busque soluciones para resolver situaciones concretas”.
Aunque Federico Lombardi, portavoz vaticano, recordó que las conclusiones de este encuentro serán el punto de partida para el Sínodo ordinario de octubre de 2015, que tendrá también como tema la familia y por tanto es posible que los obispos prefieran no correr en este argumento.
Comprensión
Más allá de la evidente división en el seno de la Iglesia católica en este tema, de las intervenciones de la semana pasada surge la aspiración por parte de todos a una Iglesia católica más “comprensiva” y “misericordiosa” hacia las llamadas “situaciones particulares” de las familias de hoy, como el divorcio, los hijos fuera del matrimonio, o las convivencias, pero también los gays.
Algunas frases de los participantes hablaban, citando al papa Francisco, de una Iglesia que tiene que ser “un hospital de campo después de una batalla” o “no una simple aduana”.
Por ello, de estas sesiones, aunque se ha expresado la total oposición a cualquier tipo de reconocimiento de las uniones homosexuales, se ha coincidido en la necesidad de no juzgar ni recriminar a estas personas.
Se espera que del documento final surja lo que denominan una verdadera “pastoral de la acogida” hacia estas situaciones con comunidades o grupos de escucha.
Anulaciones
También se espera con atención, aunque el camino será largo, indicaciones por parte de los obispos para agilizar los procedimientos de nulidad matrimonial. Durante la primera semana se han oído varias propuestas para simplificar el proceso judicial y hacerlo más accesible a todos los católicos y que podrán servir a la comisión instituida por el papa Francisco que está estudiando la nulidad matrimonial