La Virgen del Pilar y el milagro del cojo de Calanda
La historia
La historia que presentaremos será la historia que nos narra por el Sacerdote Jorge Loring, quien nos explica cada detalle de la historia con su increíble reflexión acerca del milagro que no tiene precedente alguno de que este precísamente «cuenta con un acta notariada»
A continuación la historia según el Padre Jorge Loring
Estaba yo en Zaragoza dando conferencias en la parroquia de Santa Engracia. Un día se me ocurrió: «Ya que estoy en Zaragoza me voy a acercar al Ayuntamiento a ver el acta notarial del milagro del cojo de Calanda.»
En mis conferencias muchas veces relaté el milagro del cojo de Calanda, y siempre decía que en el despacho del alcalde de Zaragoza se encuentra el acta notarial de este milagro. Así lo había yo leído en los libros, pero no había visto el acta. Un día me voy al Ayuntamiento y el secretario del alcalde, muy amable, no sólo me enseñó el acta sino que me regaló una edición facsímil que guardo en mi poder.
El acta está en una vitrina en un rincón del despacho del alcalde. Está firmada por veinticinco testigos.
El relato es el siguiente:
Contaba el joven Miguel Juan Pellicer 19 años cuando, trabajando en Castellón de la Plana, cayó de un carro, cargado de trigo, que conducía, y una rueda le aplastó la pierna derecha. Pasó 5 días en el Hospital de Valencia y pidió ser llevado al Hospital de Nuestra Señora de Gracia en Zaragoza.
Debido a este incidente, fue necesario amputarle dicha pierna, dos dedos más abajo de la rodilla, lo que se hizo en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia, en Zaragoza, por el cirujano D. Juan Estanga, siendo enterrada por el practicante Juan Lorenzo García.
Le ponen una pata de palo. Entonces no había la ortopedia que hoy tenemos. Con la pata de palo, no puede ejercer sus funciones laborales, entonces se hizo mendigo en la puerta del templo de Nuestra Señora del Pilar, de la que era muy devoto desde su niñez, ya que existía una ermita con su advocación en Calanda, y a la que se había encomendado antes y después de su operación, confesando y comulgando en su santuario.
Cada día, el cojo Pellicer untaba el muñón de su pierna con el aceite de las lámparas que ardían ante la Virgen del Pilar mientras pedía limosna a la puerta del templo.
Así está dos años y medio. Todo Zaragoza le conoce como «el cojo de Calanda». Calanda era su pueblo. Pero el muchacho no quería ser mendigo toda su vida, y le pide a la Virgen del Pilar que él quiere trabajar.
Un día pasa por su casa un soldado. Como son pobres y no tienen cuarto de huéspedes acuestan al soldado en la cama de Miguel y a él le ponen un jergón a los pies de la cama de matrimonio de sus padres.
Miguel está cansado y se va a dormir el primero. Cuando su madre se va a acostar da un grito. Viene su marido. Debajo de la manta que tapaba a su hijo, en lugar de una pierna, ve dos piernas. Despiertan al muchacho.
– ¿Por qué me despertáis? Estaba soñando con la Virgen del Pilar.
– ¡Chiquillo, que tienes dos piernas!
– ¿Que tengo dos piernas?
Se pone de pie y tiene dos piernas. Y todo Zaragoza que le había visto antes con la pierna cortada y la pata de palo le ve ahora con las dos piernas.
Y van al sitio donde habían enterrado la pierna cortada, y allí no hay nada. Y la pierna que le ha crecido tiene la cicatriz de una mordedura de perro de cuando él era pequeño.
Todo esto consta en el acta notarial firmada por médicos, enfermeros, vecinos, etc. En total veinticinco firmas. Cuando yo cuento este milagro suelo terminar así:
Los que no creen en Dios que me expliquen cómo a un muchacho le puede crecer, en una noche, una pierna que le cortaron hace dos años y medio. Para los que creemos en Dios la solución es clara: se trata de un milagro. Pero los que no creen en Dios sólo tienen la salida de negar el hecho.
Se nos hace dificil mas no imposible:creer; y es por eso que no conseguimos nada, nos pasa igual que el relato de La Sagrada Escritura que menciona que en cierto lugar El Señor solo impuso las manos a unos cuantos para curarlos, ya que no creyeron en El, por incredulos se perdieron de ver las maravillas que Dios nos quiere Regalar, muchas veces nosotros repetimos ese sentir, no creemos por que para nosotoros lo vemos imposible y pensamos si para mi es imposible, de seguro Dios no lo querra hacer o talvez pensemos, ¿podra Dios con esto? ¿lo podra hacer Dios?. Este milagro del Cojo de Calanda, por la Mediacion de La Virgen del Pilar hace muchos años lo leei, y me impacto, por los hechos siguientes: Pasaron mas de 2.5 años de habersele cortado su pierna, no son dias, son años, y para que no haya duda, se le Restaura con todo y mordida, y esa pierna sabemos bien que por estar enterrada y por el tiempo de amputada, ya no quedaba nada; luego, me llama la atencion la perseverancia en sus ruegos, es la manera como unos alcanzan de Dios sus Favores y otros se pierden de ellos. Cual somos nosotros: Creemos o Dudamos. Si creemos saldremos ganando, Recordemos el pasaje cuando El Señor Jesus le dice a Marta: No te he dicho que Si Tu Crees, Veras La Gloria de Dios. Para ver su Milagros tenemos que Creer que El Puede y si le pedimos y es para nuestro bien, Nos lo hara, asi de facil.
Dios no se cansa de hacernos favores, pero nosotros queremos que a los dias o en el acto, llegue de una vez, si se atrasa, ya nos ponemos a Dudar, sin fe, es imposible agradar a Dios.