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Embarazadas se arriesgan por necesidad en las colas

Situación de pobreza crítica se reconoció desde 2011 por el Presidente de la República. Las condiciones económicas es la principal causa que moviliza a las madres en gestación. Obtener alimentos y posibilidad de ingresos rápidos es el objetivo

El enfrentarse a “bachaqueros” para ser primeras en obtener alimentos ya es un sufrimiento para las embarazadas que hacen colas en los supermercados. Sea por necesidad o para obtener un ingreso las mujeres asumen el riesgo. En las zonas populares, donde se concentran las ventas de productos, se agolpan las familias.

Raima Rujano, investigadora de Trabajo Social, explica que hay dos “situaciones” a las que se afrontan las embazadas: escasez y necesidad de ingresos. El desabastecimiento de productos y la falta de empleo son la realidad de los hogares venezolanos. En ese escenario el «‘bachaqueo’ surge como una posibilidad” de hacer dinero y soportar los gastos familiares.

Resalta que hay que investigar las causas en detalle del por qué las mujeres embarazadas soportan sol, calor, y horas de espera para obtener alimentos en una cola. Exista una actividad ilícita o una necesidad hay que evaluar y resolver si hay “tal magnitud como para poner en riesgo la vida y del bebé”.

Reconocimiento

La necesidad existe. En 2011 el presidente de la República, Hugo Chávez, la destacó cuando decretó la Gran Misión Hijos de Venezuela, mediante la Ley Habilitante que le otorgó la Asamblea Nacional. Reconoció a familias en situación de pobreza, madres solteras en condiciones económicas vulnerables.

La exposición de motivos de la ley precisa que “las políticas y misiones sociales desarrolladas se han topado con un porcentaje de pobreza crítica estructural, difícil de reducir (actualmente 8,9 por ciento de la población vive en pobreza extrema), por lo cual se requiere tomar medidas extraordinarias para seguir avanzando en la erradicación definitiva de la pobreza crítica en el seno de nuestro pueblo».

Raima Rujano alerta que hay condiciones que obligan a “la gente a buscar sobrevivir. Se asume el ‘bachaqueo’ como subsistencia y empleo”. En otros casos es la necesidad de tener los alimentos. Las mujeres se atreven a hacer colas con sus hijos, un hecho que deriva “desde que comenzaron a solicitar requisitos” en los supermercados. Pero también se observan “discapacitados y ancianos”.

José Oberto Leal, presidente encargado del Colegio de Médicos del Zulia, resalta que existen leyes que protegen a la familia, a las mujeres embarazadas. El Gobierno tiene una responsabilidad de dar prioridad a esos casos y responder por las emergencias médicas.

“Las mujeres tienen que tomar sus previsiones, claro que sí. Pero el Gobierno es el primero que tiene que darle una silla para que puedan permanecer, porque no va una sola, sino que van varias. Tiene que dar facilidad para que todas estas mujeres tengan prioridad en la adquisición de sus alimentos”.