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Aplicar las captahuellas controlará venta de 23 productos de canasta básica

El Gobierno controlará con 20 mil lectoras de huellas digitales las compras en supermercados de todos los venezolanos. Como las máquinas aun no han llegado, los comercios piden la cédula de identidad.

Medios locales revelan que hasta el momento las máquinas necesarias para realizar este control aún no han llegado a los establecimiento pertinentes.

El ministro de Alimentación, Yván Bello, informó a través de su cuenta en Twitter que a partir de este lunes se instalarán 20 mil “captahuellas” en la red de supermercados estatales y en siete grandes cadenas privadas dentro de un plan para combatirel desabastecimiento y al que el Ejecutivo ha denominado Plan de Abastecimiento Seguro.

El encargado de un supermercado de La Urbina aseguró que en su tienda “las únicas ‘captahuellas‘ que hay son las que se usan para mantener un control de asistencia de los empleados”.

Si bien aún no han sido repartidas las máquinas para tomar las huellas de los clientes, ya comenzó el control de compra de productos por parte del chavismo.  Ese establecimiento puso en funcionamiento un sistema similar al biométrico, que bloquea la compra de un mismo producto por un período de ocho días.

“Todos los días cargamos en las computadoras los productos regulados que estamos vendiendo y la cantidad máxima que se puede llevar cada cliente. Cuando una persona quiere volver a comprar, la computadora te dice que esa cédula ya adquirió lo que podía”, detalló la gerente.

El sistema biométrico controlará las ventas de 23 productos prioritarios: harina, arroz, leche, azúcar, papel higiénico, café, margarina, aceite, pollo, carne, champú, jabón de tocador y detergente, entre otros. El bajo precio de los productos básicos subvencionados -principalmente alimentos, medicinas y productos de higiene- provoca que algunas personas se dediquen a comprar grandes cantidades de un producto para luego revenderlo de forma ilegal a un precio mucho mayor.

Además, los precios subvencionados también han alentado el contrabando de numerosos productos, principalmente hacia Colombia, donde se venden mucho más caros. Según las autoridades venezolanas, el contrabando afecta al 40 por ciento de los productos destinados al consumo interno.

El superintendente de Precios Justos, Andrés Eloy Méndez, indicó en los últimos días que el sistema biométrico regulará principalmente la frecuencia de compra de productos y no permitirá compras excesivas de alimentos, más allá de las necesidades normales de una familia.

Con información de Infobae