Medardo Nava Sánchez, protagonista en primera persona de la pelota romática
Desde temprana edad comenzó a cosechar éxitos en el deporte de sus amores, cuando apenas despegaba a la gran carpa decidió retirarse de los campos como jugador pero desde entonces entrenar jóvenes peloteros se convirtió en su día a día. Hoy vive de los buenos recuerdos que le dejó su paso por la LVBP
Pensar en las grandes figuras de la pelota criolla es sinónimo de recordar a Luis Ernesto AparicioMontiel, el más grande representante del béisbol y del deporte en el país. Hasta ahora, el único Salón de la Fama de Venezuela y un gran orgullo para todo zuliano. Como él, otros peloteros han salido de la región para escribir en los libros de historia del béisbol.
Fue en la temporada 1958 – 1959 cuando un chico que apenas cumplía 18 se alzó con el premio Novato del Año de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) con Licoreros de Pampero, hoy Tiburones de La Guaira. Ese joven a quien su padre tuvo que firmarle para poder ser parte del equipo porque no tenía la mayoría de edad, nació en Maracaibo, en la avenida Bella Vista, en el sector Veritas. Medardo Nava Sánchez conversó con el equipo de deportes de Noticia al Día para recordar con alegría cómo en esa época, con un promedio de bateo de .289. 12 carreras anotadas y cuatro impulsadas, se convirtió el primer cátcher y en el más joven en obtener dicha distinción en la competición nacional.
“Fui el primer cátcher en ser Novato del Año en la liga venezolana, imagínate cómo me sentía. Apenas tenía 18, mi papá tuvo que viajar conmigo y firmar por mí para poder jugar. Cuando llegué al equipo tenía 17 años, venía de jugar con Rapiños del Zulia quienes me descubrieron mientras jugaba Béisbol AA en Coro”, relató Medardo.
Cabe destacar que Nava fue el cuarto jugador nativo de la región zuliana que obtuvo el galardón. Antes, lo habían hecho José “Carrao” Bracho, Pompeyo Davalillo y Luis Aparicio Montiel.
ADN pelotero
“Siempre estuve ligado a jugar pelota porque mi papá, Carlos Nava, también jugaba. Él fue jugador de la era romántica con el Magallanes y Gavilanes. Jugó con Luis Aparicio padre y Ernesto Aparicio, entonces me llevaba al estadio a practicar en un terreno en Pichincha. Cerca vivían Tarzán Contreras y Los Aparicio, ellos me veían practicar y como eran amigos de papá ponían interés en mí ya que no le tenía miedo a la bola y decían que era bueno. En ese tiempo también conocí a Luis ErnestoAparicio, jugábamos juntos y nos hicimos amigos”.
Para Medardo, es un orgullo haber podido compartir experiencias peloteras con Aparicio a quien siempre acompaña los 11 de noviembre a celebrar su día junto a la comunidad del béisbol de Maracaibo.
Medardo se describe como buen utility. Su posición era cátcher pero también se destacaba como primera
base y como rigtfield. “En la época de los 50’s y 60’s hablaban mucho de un utility y ese era yo, entonces los equipos me buscaban mucho”, recalca.
Después de destacarse con Pampero, Nava siguió en la LVBP donde jugó tres temporadas más: La primera con Oriente (1960 – 1961), y luego dos con Cerveceros de Caracas. En cinco temporadasactuó en 123 juegos 78 hits un doble y tres triples con un promedio de bateo de .264. Pero no todo quedó allí para quien era una de las promesas del béisbol criollo. Nava Sánchez llegó a Estados Unidos donde jugó en las ligas menores de los Filis de Filadelfia en la categoría AA, sin embargo, una mala pasada lo devolvió a tierras venezolanas donde le puso punto y final a su carrera a temprana edad.
Adiós al home, bienvenida al banquillo
“De aquí firmé con un los Filis de Filadelfia para jugar en Estados Unidos y de allá me retiré porque tuve un problema con un jugador porque discriminaban mucho a los latinos y bueno, me vine a Venezuela y decidí no jugar más. También me enamoré y ya me puse a trabajar para mantener a mi familia. Tenía 26 años para ese momento”, explicó.
Pero ese no se retiró definitivamente del deporte que todavía ama, Medardo aseveró que luego de retirarse de la pelota, consiguió trabajo en la Corporación Venezolana del Petróleo (CVP), se graduó como profesor de educación física e impartió conocimientos en la Universidad del Zulia (LUZ), donde también fue manager del equipo de béisbol de esa casa de estudios y otros de ligas menores.
“El que era jefe del concejo municipal me dio trabajo después de retirarme como pelotero porque hice un curso en la escuela de beisbol y quedé de primero entonces me fui a Caracas y me gradué como monitor. Como fui criado en la orilla de la playa sabía de natación, béisbol, softbol y hasta de atletismo, que también lo practiqué. Después me hice profesor de educación física. Después me dediqué a entrenar jóvenes, fui manager del equipo de LUZ gracias a que Robinson Arrieta me dio la oportunidad”.
Entre sus anécdotas como mánager de LUZ, recordó que en una competencia nacional representando al Zulia, habían perdido un juego, por lo que estaban obligados a ganar el siguiente para no ser eliminados: “El juego era contra Distrito Federal y lo ganamos. Seguimos ganando y empatamos el primer lugar con Monagas. Después nos vinimos porque los muchachos tenían que presentar exámenes que los tenían diferidos y después fuimos a jugar tres juegos. El primero lo perdimos, ganamos el segundo y el último lo volvimos a ganar y así nos titulamos campeones en el año 84”.
Actualmente Medardo Nava Sánchez, con 75 años vive felizmente con su esposa y un hijo en el sector Los Haticos y recuerda aquellos años de béisbol como lo mejor que le ha pasado en la vida. Confiesa que los mejores peloteros que ha visto jugar son Luis Aparicio y Pastor Romero. Espera con ansias cada 11 de noviembre para reunirse con otros compañeros que tuvo durante su carrera y espera que nunca olviden la labor de los peloteros zulianos que siempre pretenden destacarse para dejar en alto al Zulia.