Opinion

Los “nuevos” petróleos

El punto de partida de cualquier valoración o análisis es definir el objeto o tema a tratar. Esquisto es el nombre común de un crudo fósil no convencional, al que también se le conoce como Lutitas, o llamado en el lenguaje sajón “shale Oil” y/o “shale Gas”. Lutitas es una roca sedimentaria abundante (no porosa) donde se forma el petróleo, y por ello a lutitas (shales) se le llama también la roca madre, capaz de generar y expulsar suficientes hidrocarburos para formar una acumulación de petróleo o gas, que van a migrar hacia las rocas recipientes (que son las areniscas por excelencia) o reservorios.

De modo que esquisto (lutitas) es el petróleo que no nació, es aquel petróleo que se quedó en feto o embrión porque no fertilizó, debido que las rocas nunca se enterraron a la profundidad necesaria para dejar que la presión geológica las cocinara. Lo que quiere decir que el calor y la presión no fueron lo suficientemente grandes, como en procesos similares que forman petróleo, y por ello permaneció en la roca madre para siempre.

La revolución de los “nuevos” petróleos es posible gracias a nuevas tecnologías que Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.) ha desarrollado, hasta lograr un método de fracturación hidráulica (fracking), que consiste en fracturar y desmenuzar la roca en el sustrato rocoso, mediante la inyección de agua y fluidos químicos a altas temperaturas y presiones de agua, con el objeto de recuperar los hidrocarburos (petróleo o gas) que se quedaron depositados en las rocas madres (lutitas).

Reservas mundiales

Esparcidos mundialmente los recursos in-situ del petróleo de esquisto se estiman en 1.200 millardos de barriles (MMMB), de los cuales 345 MMMB son de “shale oil” y el resto es de “shale gas”; todos estos localizados en 41 países que encabeza Rusia, EE.UU., China, Argentina, Libia y Venezuela, que ocupa el sexto lugar, ubicados en la Cuenca de Maracaibo y Faja del Orinoco; después siguen Sudáfrica, Polonia, Jordania, Francia, México, Argelia, Brasil, Alemania, Pakistán, Suecia, Paraguay, Canadá, Australia, Chile, India e Indonesia. Lo cierto es que solamente Rusia y China se equiparan con EE.UU. para materializar una producción significativa de petróleo de esquisto.

Costos y precios

Uno de los factores limitantes con que se encuentran estos “nuevos” petróleos, no convencionales, para la expansión de su producción, son los costos de producción; ya que el precio necesario para que estos desarrollos sean rentables se encuentran muy por encima de aquellos necesarios para la producción de otros crudos, tanto convencionales como no convencionales.

Esta es la razón por la que los yacimientos de esquisto necesitan niveles de precios altos y regímenes fiscales flexibles pro explotación petrolera, para así garantizar la rentabilidad de los proyectos. Esto es lo que hace, entre otras cosas, que el perfil de inversiones de los yacimientos de esquisto sea mucho mayor y prolongado en el tiempo que los yacimientos convencionales. Por esta causa es que esquisto solo empezó a ser rentable, en términos comerciales, una vez que el precio del petróleo cruzó el techo de los 80 dólares el barril; por consiguiente, a EE.UU. es el país a quien menos le conviene la baja de los precios del crudo por debajo de dicho nivel.

rafaelquiroz1