Opinion

ABERRACIÓN DE LA PROPAGANDA OFICIAL. Verdades dolorosas.. Ernesto García Mac Gregor

No obstante tener el dominio absoluto de todos los poderes públicos, de los

medios de comunicación, de las Fuerzas Armadas, y de haber recibidos las entradas

petroleras más fabulosas de toda la historia de Venezuela, este gobierno de pacotilla

nos ha llevado al colapso total. El rechazo a la gestión de Maduro por parte de la

población es del 71,5%, incluyendo a los chavistas, y 9 de cada 10 ciudadanos

considera que la situación del país es “negativa”.

La disidencia y el descontento dentro del chavismo es evidente, y hasta Aporrea,

el portal de noticias de la Revolución, parece un sitio web de la oposición. Y sin

embargo, Maduro quien se ha encadenado por TV, 600 fastidiosas veces en los tres

fatídicos años de su mandato, el sábado pasado interrumpió el partido de futbol Italia-

Alemania de la Eurocopa para ascender a los generales que lo sostienen en el poder.

Fue como escupir para arriba.

A través de la ley resorte, del control total del papel periódico y de un sistema de

represión publicitario y tributario creado para aterrorizar y forzar la autocensura, les

quitaron las concesiones y se apoderaron de todos los medios de comunicación. Todo

comenzó cuando el difunto ordenó no darle propaganda oficial a los órganos de la

oposición. ¿Y eso es legal?

La propaganda oficial recalcitrante en la TV, pagada con el dinero del pueblo y

dirigida contra la empresa privada y la oposición, es una aberración, no sólo por

tratarse de una competencia desleal, sino porque mediante mentiras expone al

escarnio público a las compañías involucradas. La cuña del trabajador de la Polar

despotricando de su empresa resulta ser un exabrupto que desde el punto de vista

legal y sobre todo moral es inaceptable.

En cambio, la cuña de Polar “Queremos trabajar” es considerada peligrosa

porque “busca horadar la moral y convicción de nuestro pueblo por el Gobierno y

Revolución Bolivariana y Chavista”. La cuña del ClAP llena de falsedades que

golpean la cara del pueblo las 24 horas del día fue desmentida nada menos que

por su jefe Freddy Bernal, quien declaró que no era posible subsidiar a 30 millones de

personas y que nadie debía esperar por ninguna bolsa. Eso no es normal, expresó.

Que oiga quien tiene oídos…