«Para irse de Venezuela hay que ser muy valiente», Laureano Márquez
En entrevista exclusiva con Eliana Pantoja / Diario de Las Américas , el también politólogo ofreció un diagnóstico de impacto; mientras que el humorista nos llevó a las profundidades de la mente, alma y corazón de los venezolanos que enfrentan el mayor reto de la historia nacional. “Este momento nos va a dejar tan devastados como la Guerra de Independencia y la Guerra Federal”, aseguró Márquez.
– Habían dicho que se radicó en Estados Unidos, pero nos encontramos que vive aún en Venezuela y además que pronto estará en Panamá presentando uno de sus excelentes espectáculos.
No me he ido del país. Quiero en la medida de lo posible evitar hacerlo. Me parece que para irse de Venezuela hay que ser muy valiente; y bueno, nosotros tenemos más de 1 millón 600.000 venezolanos muy valientes. Sí viajo con frecuencia. Voy efectivamente a Panamá como has dicho. Acabo de estar en EEUU haciendo una presentación en Miami y en Houston y probablemente más adelante haremos una gira por Europa.
Hay muchos venezolanos fuera de Venezuela. En la medida de lo posible nos acercamos a ellos para llevarles un poco de humor y de esperanza. Entendemos que estar fuera del país es una situación muy dura. Nosotros no somos un pueblo con tradición de emigrar.
– Usted que conoce a tantas comunidades de venezolanos en el exterior, ¿percibe en algunos de ellos la intención de retornar al país en el caso de que mejoraran las cosas?
Venezuela es una tierra maravillosa, no porque tiene el Pico Bolívar, o porque tiene los Llanos, el Salto Ángel, Morrocoy o los Roques. Venezuela es una tierra maravillosa porque tiene venezolanos. La emigración venezolana es distinta a cualquier otro tipo de migración latinoamericana. Nosotros estamos enviando fuera de Venezuela nuestra gente más talentosa, la más preparada. Y se están yendo porque Venezuela se ha convertido lamentablemente en una prisión para el ciudadano. Nosotros vivimos un terrorismo de Estado. Tenemos la amenaza del Gobierno y además la amenaza de los “malandros” (ladrones)…
Yo estoy seguro de que el 150% de esa gente – si las cosas en Venezuela cambiaran – estaría dispuesta a regresar. Digo el 150% porque es el 100% de los que se fueron más el 50% de los que se casaron con gente de allá que se la traerían para acá. Como yo conozco el alma venezolana, como yo la percibo, quien me está escuchando en este momento desde afuera, me escucha desde la nostalgia de que quiere estar en su casa.
La principal razón por la que yo voy a Panamá, voy a EEUU o lugares más distantes como Noruega o en Escocia es porque voy en una especie de misión de vida. Si gano o si pierdo me da exactamente lo mismo porque estoy compartiendo con la gente que necesita un poquito de entusiasmo.
Mi mensaje para el venezolano que está afuera es que aguante, que resista. Quizá este no es el momento para retornar al país, pero que se prepare, que se forme, porque cuando pase este momento de la gente incapaz, de la gente delincuente que solo sabe robar, vendrá el momento de la gente buena, de la gente responsable, de la gente inteligente.
– Como politólogo, ¿qué cree que hace falta que se dé en Venezuela para que esta masa de gente que está fuera del país retorne?
En esto debo ser honesto. El proceso de recuperación que Venezuela requiere en este momento es largo y difícil porque Venezuela no ha terminado de ser destruida. Lo que estamos viendo ahora es solo la punta del iceberg.
El problema de Venezuela en este instante ya no es ni siquiera un cambio de Gobierno, que lo necesitamos con urgencia. Venezuela necesita un profundo cambio espiritual.
– ¿Hay una luz al final del túnel?
En Venezuela sí hay una luz al final del túnel y es una gandola (camión) que viene de frente, desmachetada [a toda velocidad] y sin frenos. En lo inmediato, las cosas se van a poner difíciles. La luz que veo al final del túnel está aquí adentro en la cabeza de los venezolanos. Si el barril de petróleo llega a 3.000 dólares y aquí adentro no pasa nada, esos reales (dinero) se van a ir para Andorra igualito que se fueron ahorita. Venezuela está viviendo un suicidio colectivo.
Laureano Márquez también habló del trabajo que ha venido haciendo la oposición venezolana, reflexionó sobre el “secuestro de la Internet” y la intervención de todos los medios de comunicación en el país.
Quizá la parte más impactante fue conocer que el humorista venezolano comienza a perfilarse como posible candidato a la presidencia de su país; y hasta nos dio un mensaje de gran impacto asumiendo el papel de un Jefe de Estado. Demostró que no es tan descabellado pensar en que un humorista pueda convertirse en Presidente de Venezuela, luego de que por Miraflores han pasado tantos personajes que han generado mucha risa en sus incongruentes intentos por conducir los destinos del país.