Tips nutricionales para hacer ejercicio
Ya sea para aumentar masa muscular, bajar de peso o solo por el interés de mantener un buen estado de salud, tan importante como definir una estrategia de ejercicios es establecer un plan de alimentación. El problema es que mucha gente que se ejercita en forma frecuente no sabe bien qué, cuánto y cuándo comer.
?Una persona que hace ejercicio 45 minutos diarios a una hora, tres o cinco veces a la semana, no necesita de una alimentación especial, pero sí equilibrada?, precisa la doctora Eliana Reyes, nutrióloga de la Universidad de los Andes y directora de la Asociación Chilena de Nutrición Clínica.
Si bien todo depende del tipo de ejercicio, la frecuencia y la intensidad, los expertos en el tema precisan que hay algunas ideas que se aplican en forma general.
1- Dieta equilibrada
Hacer ejercicio no es sinónimo de que se puede comer de todo. La actividad física debe ir acompañada de una dieta equilibrada y con una cantidad de calorías similares a las que se gastan con el ejercicio, explica el doctor Gonzalo Fernández, deportólogo del Programa Prodeporte de Clínica Alemana (Chile). Ingerir muchas grasas o azúcares puede llevar a una ganancia de peso o a la alteración de ciertos parámetros bioquímicos, como el colesterol o la glicemia.
2- Ayuno
Comenzar a ejercitar con el estómago vacío no es recomendable. Si el objetivo es bajar de peso, puede ayudar, pero no se aconseja para todas las personas; hay quienes toleran más y otros no, dice Fernández.
Además, no es óptimo si se va a hacer una rutina intensa o prolongada, ya que puede causar fatiga. Como el cuerpo no se ha alimentado durante la noche, necesita energía al comenzar el día, sobre todo carbohidratos, precisa Isabel Morales, coordinadora del Área de Nutrición y Ejercicio de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo (Chile).
3- Hidratación
Antes, durante y después de hacer ejercicio, tomar agua es la mejor manera de mantener el cuerpo hidratado. En especial si es ejercicio de alta intensidad o en días de calor, en que hay mayor sudoración y pérdida de líquidos, dice Fernández.
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