La farmacéutica Reckitt Benckiser, fabricante de Nurofen, fue acusada en Nueva Zelanda de engañar a los consumidores con una «gama específica de calmantes» que aliviaban determinados dolores, informaron este lunes fuentes oficiales.

La Comisión de Comercio neozelandesa indicó que impuso diez cargos contra la filial de la empresa en el país, ocho de los cuales vinculados al empaque y promoción de cuatro tipos de calmantes que «daban la impresión generalizada de que apuntaban a aliviar un dolor específico».

Los productos Nurofen cuestionados se comercializaban por separado como analgésicos contra la migraña, el dolor de espalda, de menstruación y de cabeza causado por el estrés.

«La Comisión argumenta que se trataba de un engaño debido a que los productos contra un dolor específico contenían los mismos ingredientes y eran igualmente efectivos en el tratamiento de cualquier otro tipo de dolor específico», dijo el organismo en un comunicado.

Reckitt Benckiser adelantó que se declarará culpable de los cargos en el proceso judicial, agregó la fuente.

En abril, Reckitt Benckiser fue condenada por un tribunal federal de Australia a pagar 1,3 millones de dólares (1,1 millones de euros) por los mismos motivos que se le acusan en Nueva Zelanda.