CAMBIARLE EL NOMBRE A CIUDAD OJEDA. Verdades dolorosas Ernesto García Mac Gregor
CAMBIARLE EL NOMBRE A CIUDAD OJEDA
Uno de los tantos males que hizo Chávez, fue tergiversar la historia dándole una
interpretación interesada y ajustada a su ideología e intereses personales. Pregonó que
el campesino de Páez fue un traidor. En cambio cuando el oligarca Bolívar entregó a
Miranda a los ingleses explica que “se trató de una traición pero a una persona y no a
una causa y fue en tiempos de caos y pasión”. “Lo que es bueno pal´ Pavo es bueno
pa´ la Pava”.
Ese tipo de razonamiento acomodaticio y falso hace recordar que en historia,
para juzgar un hecho, es necesario situarse imparcialmente en el contexto histórico de
la época y en la circunstancia cuando éste ocurrió. Lo cierto es que el odio infundado a
Páez, hizo que le cambiaran el nombre al Municipio Páez del estado Zulia. Ahora le
toca a Ciudad Ojeda (que el 19 de enero cumple 80 años) porque el conquistador
Alonso de Ojeda fue un sanguinario.
El descubrimiento de América constituyó uno de los momentos fundamentales
de la historia universal. Alonso de Ojeda fue la encarnación del espíritu de la época de
la conquista. Fue un soldado que lucho contra los moros en España y contra los indios
en América, esa era su función. Conquistar y ser conquistados ha sido la historia de la
humanidad, y los victoriosos imponen su cultura, religión y manera de ser a los
derrotados para satisfacción de la gran mayoría de la especie humana.
Ojeda fue el primer conquistador de tierra firme. Descubrió el Golfo de
Venezuela, el Lago de Maracaibo, Curazao, Aruba y Bonaire. Fundó la primera
gobernación y la primera población de toda la América continental. Por Ojeda, nuestro
país lleva el nombre de Venezuela, a él le debemos nuestra territorialidad y el mapa de
América más antiguo del mundo. Fue el primero en mencionar la palabra Maracaibo.
Su esposa, la guajira Isabel, fue la primera americana en casarse con un
conquistador y visitar las cortes españolas en calidad de señora. Con sus tres hijos
legítimos, representa el origen del mestizaje latinoamericano. Ahora, parte de los restos
de la pareja reposan en Ciudad Ojeda como símbolo de la unión de la raza hispana con
la indígena. Ojeda fue mucho más que un sanguinario. Él y su esposa merecen un
mejor trato. Que oiga quien tiene oídos…