EL HACEDOR DE MISERIA, Verdades dolorosas, Ernesto García Mac Gregor
Maduro continúa con el festín populista de los aumentos salariales y lo hace con
entusiasmo y presunción, como si la medida fuera algo deseable. No acaba de
entender que el incremento de sueldo sin un aumento de la producción
correspondiente, se traslada de inmediato al producto final y lo que provoca es mayor
inflación, mayor pasivo laboral y por consiguiente menos empleo y más pobreza.
La solución no es poner los salarios a correr tras los precios, porque nunca los
alcanzarán. La solución es producir más, reactivar la industria para inundar el mercado
de productos y hacer que por la ley de oferta y demanda los precios bajen. Pero qué
va. Por el contrario, la semana pasada el dictador decretó otra subida de la cesta tique
para colocar el salario integral mensual en Bs F 148.000, lo cual equivale a 34 dólares
que corresponde a $ 1.1 por día y la ONU define la “miseria extrema” cuando la jornada
es menor a $2 por día.
Pero no se trata de simples estadísticas camufladas por la guerra económica o
el Imperio, la investigación que se elabora desde 2014 con las alianzas de las
universidades Católica Andrés Bello, Simón Bolívar y Central de Venezuela reportó la
semana pasada cifras denigrantes que se pueden resumir en: 80% de los venezolanos
se encuentran en la pobreza, 42% de ellos en pobreza crítica los cuales se alimentan
sólo una vez al día. Un 10% por ciento de la población, es decir tres millones de
venezolanos se alimentan textualmente de la basura.
Cómo solución a esta gravísima situación, el autócrata inventa el carnet de la
miseria, otro nuevo requisito de chantaje y extorsión para optar a una beca estudiantil
y hasta para comer mediante los CLAP. Samark López, acusado por el Departamento
del Tesoro de ser el testaferro del Vicepresidente El Aissami, es el gran importador de
las cajas de los CLAP. Se paga ocho dólares por cada combo de comida hecha en
México y trasladada a Panamá, pero se factura en 35 dólares, tal y como denunció el
diputado Carlos Paparoni.
Otro decretico de fin de semana “los bancos del Estado deben dedicar el 30 %
de sus carteras de crédito al programa Soy joven, para ayudar a miles de muchachos”
y los 695 millones aprobados para los carnavales felices. Que oiga quien tenga oídos…