Opinion

DESTRUYENDO LA CLASE MEDIA Y POBRE Verdades dolorosas ..Ernesto García Mac Gregor,

Relata Thays Peñalver, que llegada la democracia después de Pérez Jiménez,

al adeco padre de Hugo Chávez se le formó gratuitamente como maestro, escaló

posiciones hasta llegar a jefe de sección y jubilarse a los 20 años de trabajo. Con su

esfuerzo de profesor y empleado público, pasó de un rancho con techo de palma a

comprar una finca de 20 hectáreas, con tractor, desgranador, ordeñador y más de 100

animales de todo tipo. Lo cual contrasta con la mentira chavista que asegura que la

democracia nunca dio oportunidades a los pobres. Ya quisieran los campesinos de hoy

tener esas oportunidades.

Refería un abogado septuagenario y pensionado, que él había ejercido su

profesión en el sector público (profesor universitario) durante más de 40 años y que

durante ese tiempo había invertido todos sus ahorros en tres apartamentos con la

finalidad de alquilarlos, pensando en tener una vejez digna, segura y holgada. Todo

muy bien hasta que llegó Chávez a eliminar la propiedad privada.

De repente, este ciudadano jubilado y trabajador, ya no era un pequeño

propietario sino una especie de latifundistas de apartamentos, que no tenía derecho a

tener más que la vivienda principal y aún ésta, no debía ser de su propiedad. Todo

basado en esa dicotomía del socialismo que defiende a juro a los supuestos débiles

contra los fuertes, cuando actualmente el inquilino es más poderoso que el dueño de la

vivienda.

Lo cierto es que este buen hombre, debido a la ley de inquilinato y por diversas

razones leguleyas, tiene sus tres viviendas ocupadas por arrendatarios indeseables

que ni le pagan ni desalojan. Uno de estos inquilinos, a pesar de haber sido

condenados al desalojo del inmueble mediante sentencias judiciales (que le costaron

un ojo de la cara), permanece disfrutando del inmueble sin pagar, porque una decisión

de la muy mentada Sala Constitucional, prohíbe las ejecuciones inquilinarias. Para

colmo, el propietario además de no poder utilizar su inmueble ni recibir alquiler, debe

pagar las deudas del condominio.

Esa es una de las maneras de arruinar a la clase media, otra es con el aumento

salarial y otra es convocar a una constituyente comunal que acaba con la democracia.

Que oiga quien tiene oídos…