“El paro se extenderá hasta que sea necesario”, aseguran vecinos que acataron la huelga
Mientras el oeste y centro de Caracas se debatían entre la normalidad y la paralización, el este de la ciudad fue contundente: el paro cívico de este miércoles 26 de julio se acata, se quiera o no. Los ciudadanos trancaron las calles y principales vías para hacerle frente a la Asamblea Nacional Constituyente convocada por Nicolás Maduro para dentro de tanto solo cuatro días. Muchos no vacilan en afirmar que se quedarán en huelga hasta que sea necesario. Todo por lograr un cambio.
La Francisco de Miranda se convirtió en un gran bulevar. En cada cuadra había una tranca. Las personas caminaban en medio de la vía, algunos niños jugaban con pelotas de fútbol y otros se paraban en los pocos perroscalenteros que había en el camino para matar el hambre. Eso sí, ni un solo carro rodaba en la calzada, solo una que otra moto que lograba sortear los obstáculos o un ciclista que aprovechaba el día feriado obligado para pedalear la ciudad.
Guillermo Suárez no lo piensa dos veces: si la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convoca a un paro cívico, él lo acata. Para la huelga de 48 horas de este 26 de julio, atendió el llamado una vez más y trancó la calle frente a su casa, en la avenida Francisco de Miranda. La vía, unas de las más largas de Caracas y que recorre la redoma del Cristo de Petare hasta la plaza José Martí de Chacaíto, se mostraba desolada, cerrada en algunas de sus calles o transversales, sin tránsito de vehículos y con algunas personas caminando para llegar a sus destinos.
Junto a sus vecinos de La California, a la altura del Centro Comercial El Líder, trancaron la vía con un mecate de lado a lado, escombros, restos de basura y un gran cartel que rezaba “no hay paso”. Y el tránsito no se negociaba: desde la distancia movían sus manos para advertir que no habría excepciones. Las personas se concentraban alrededor, conversando para pasar el tiempo de la gran jornada que tenían por delante.
Suárez contó que los habitantes del sector se organizaron para apoyarse y cumplir a cabalidad los dos días de pausa en la rutina. Reunieron comida y bebida, además de establecer turnos para no abandonar la calle durante la noche. La inseguridad nocturna no será impedimento para ellos, aseguran que son sólidos en sus luchas.
“El paro es de 48 horas y pensamos acatarlo. Se extenderá hasta que sea necesario. Hay que hacer lo posible para seguir en la lucha”, expresó Suárez a El Estímulo. Aunque la Asamblea Nacional Constituyente, propuesta por el presidente Nicolás Maduro, se cancele, él protesta por algo más que eso.
“La tranca no asegura que la Constituyente se suspenda, eso está en el guión chavista. Estamos aquí para que ellos se vayan. Esto no es solo por la Constituyente, es contra los malandros que están en el Gobierno”.
Isabel Francis, en El Marqués, no parece tener hora definida para levantar su huelga. Ante la pregunta de si piensa cumplir con la totalidad de las horas pautadas por la dirigencia opositora, ella afirma que hará más de 48. “Pensamos quedarnos aquí en esta lucha si Dios quiere hasta el lunes en la madrugada”, dijo sin titubear.
Para Isabel, “este Gobierno le quedó grande al país” y por eso no duda en seguir protestando hasta que se logre una suspensión de la Constituyente, “un cheque en blanco”, dice, para hacer lo que ellos quieran. “Eso no es más que un fraude”.
Las paradas de transporte público del sector Campo Rico y El Marqués, rutas que llegan hasta Guarenas y Guatire, estaban de paro. Solo algunas unidades hicieron caso omiso del paro de este miércoles. De 40 camionetas que trabajan normalmente en la ruta hasta las ciudades dormitorios del estado Miranda, solo uno estaba en servicio. “Si el presidente de la línea mandó a sacar la camionetica, hay que hacerlo”, declaró el transportista a El Estímulo.
Los vecinos de Los Cortijos sacaron los escombros de antiguas reparaciones de los apartamentos, las pusieron en sacos y las utilizaron para bloquear las calles del sector. Luis Fernández afirmó que esa comunidad se organiza cada vez que hay actividad de la MUD y se preparan para las emergencias; en caso de ocurrir alguna, el paso es permitido. Mientras tanto, el acceso está restringido.
Si caminar por Caracas es de agrado, durante un paro cívico se presenta como la mejor opción. El transporte público no trabajó este miércoles en 90%, según las cifras que dio la Federación Nacional de Transporte y aunque el Metro de Caracas no acató el paro cívico, algunas de sus estaciones de la zona (Chacao y Los Cortijos) cerraron a media mañana en “resguardo de sus instalaciones y personal operativo”.
A Grecia Sotillo no le importaba caminar desde Boleíta Norte hacia Plaza Venezuela. Acostumbrada a tomar el transporte público de regreso de su trabajo, optó por recorrer las calles hacia su destino. Tuvo que cumplir con sus obligaciones laborales, “porque si no trabajo no como”, aseguró. Pero sí está de acuerdo con el paro cívico convocado por la MUD.
“Claro que estoy de acuerdo, porque si no es así, ¿cómo salimos de lo que estamos pasando? No me importa caminar ese largo trecho. Si es para una buena causa, lo haría nuevamente”.
Emilio Carrillo tenía que hacer unas diligencias en Chacao y se fue a pie desde Petare. Con sus mono gris y zapatos de vestir, echó a andar bajo el sol para lograr su cometido. No es primera vez, ya lo ha hecho es las distintas actividades de trancazo, espontáneo o no. Para él es un orgullo caminar la ciudad durante un paro. “Es honrar a la gente que ha hecho muchísimo más que yo”. Es su forma de contribuir, desde su rincón, con el paro cívico. “Los opositores pasivos se tienen que unir porque no hay otra forma de acabar con esto”, sentenció Carillo.