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Restricciones como las de Credit Suisse cerrarían mercado de deuda venezolana

De acuerdo con analistas consultados, las consecuencias de la prohibición de transar par de bonos venezolanos serán menores, siempre y cuando no se sumen otros bancos de inversión. De ocurrir, los papeles de deuda podrían dejar de negociarse y limitarían nuevas operaciones con bonos tanto la República como Pdvsa.

Credit Suisse prohibió transacciones con varios bonos venezolanos, al tiempo que exigió una revisión del riesgo de reputación de nuevos negocios con el gobierno de Venezuela y agencias relacionadas, de acuerdo con un memorándum interno dado a conocer por Bloomberg y Reuters. Esta decisión podría generar iliquidez en los papeles de deuda en caso de que otros bancos de inversión sigan el camino del banco suizo.

Analistas sostienen que más restricciones de este tipo podrían limitar las negociaciones que en un futuro realice el gobierno venezolano y/o Pdvsa, ya sea para disminuir los importantes pagos de deuda que superan los 4.800 millones de dólares durante el ultimo trimestre del año a través de un canje o la emisión de nuevos papeles.

El Credit Suisse Group AG bloqueó sus transacciones de los bonos Pdvsa con vencimiento en 2022, de los Soberanos 2036 y de todos aquellos emitidos después del 1° de junio de este año. El banco también prohibió cualquier negocio con el gobierno de Venezuela o entidades controladas por el Estado, individuos o compañías privadas o cualquier negocio que involucre activos en la nación petrolera a menos que sean aprobadas por la oficina de riesgo reputacional del banco.

Han pasado varios días y las consecuencias para los tenedores de estos títulos no reflejan un impacto significativo, y recalcan que la medida no afecta al gobierno de Nicolás Maduro, al menos en lo que a su mercado de deuda se refiere.

Marco Villegas, director de Arca Análisis Económico, considera que lo sucedido con Credit Suisse es hasta ahora una medida aislada que aún no ha contagiado a otros bancos de inversión, por lo que traerá consecuencias en la medida en que otros entes financieros ejecuten una acción similar y si suman a las restricciones a otros papeles.

Explica que si esto último sucede, los bonos de deuda venezolanos se tornarían menos líquidos, es decir, habría menos mercado donde transarlos, porque muchos preferirían no arriesgarse. Sin embargo, acota que todo dependerá del riesgo que el inversionista esté dispuesto a tomar, ya que estos bonos ofrecen un altísimo rendimiento.

“Con la decisión de Credit Suisse, los tenedores de bonos lo que podrían hacer es transferir su cartera de inversiones a otro banco o fondo de inversión. En un principio no habría mayor inconveniente. Ahora si otros bancos se suman, la principal consecuencia sería la iliquidez que tendrían estos papeles, los precios se conformarían de manera distinta y habrían menos interesados”.

A juicio del economista Ramiro Molina, la medida de Credit Suisse perjudicaría más a los tenedores de bonos que al propio gobierno venezolano. Acota que “no tiene sentido” esta restricción.

Recordó que uno de los bonos afectados por la medida del banco suizo no se transa actualmente en el mercado de deuda y los otros papeles se encuentran en manos del banco de inversión Goldman Sachs y de otros dos fondos de pensiones norteamericanos.

“Me extrañaría que otros bancos de inversión se sumen a este tipo de medida. No es usual. Las instituciones bancarias extranjeras tratan de no tomar parte en política. En el caso de Credit Suisse pareciera querer lavarse la cara. ¿Con quién? No sabemos”, dijo.

Luis Oliveros, analista petrolero, coincide en que si no suman otras entidades, no habría mayor impacto para el gobierno.

“El banco alega que no quiere tener ese riesgo reputacional, de tomarse una foto haciendo negocios con Venezuela. Si solo lo hace Credit Suisse el efecto sería bastante bajo, porque el gobierno pudiera hacer operaciones con algún otro banco de inversión. Si se suman otros, el gobierno tendría problemas para hacer futuras emisiones o cualquier otra operación financiera y tendría que buscar alguna empresa rusa o china. Es decir, el abanico de bancas de inversión con el que se pueda hacer negocios se reduciría bastante”, acotó Oliveros.