En medio de la sequía de divisas y las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos al gobierno de Nicolás Maduro, la petrolera estatal y la Cancillería pidieron reducir considerablemente sus costos y gastos en el exterior.

Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y la cancillería comandada por Jorge Arreaza pidieron recortar sus gastos en dólares que, en el caso de la petrolera, alcanza 50%.

La orden de reducir los costos operacionales fue reseñada por la agencia estadounidense Bloomberg, que ha obtenido en las últimas semanas dos comunicados emitidos por las organizaciones –por separado- dirigidos a directivos y empleados.

En el caso de la petrolera, se ordena a los trabajadores de sus filiales y sociedades reducir los gastos burocráticos en 50%. La intención busca disminuir los costos en vuelos aéreos y alojamientos en hoteles. Los gastos en papelería, refrigerios, luz, teléfono y agua también quieren ser reducidos por la mayor corporación estatal de Venezuela, que cayó en default el 16 de noviembre, de acuerdo a una declaración del comité de acreedores de la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA).

La ‘dieta’ impuesta por la Cancillería, contempla renegociar los acuerdos de alquiler en las misiones diplomáticas de Venezuela con el objetivo de lograr “ahorros sustanciales” en el presupuesto de la Casa Amarilla.

Un memorando interno suscrito por el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, fechado el 15 de noviembre, fue dirigido a todas las legaciones venezolanas en el extranjero, según Bloomberg.

“Lo alentamos a comenzar una renegociación de su alquiler con el propietario de la propiedad. Si una renegociación no es exitosa, se espera que profundice sus esfuerzos en la búsqueda de una opción más viable y asequible para respaldar los ahorros de los recursos financieros de la República”, dice el texto.

En septiembre, la casa donde se encuentra la embajada venezolana en Canberra (Australia) debió ser cerrada por el impago de la deuda de alquiler, que sumaba más de 40.000 dólares. El cierre generó titulares en los diarios australianos, toda vez que el dueño de la casa cerró con carros y tractores el paso a la legación para exigir el pago de la renta.

Su medida de presión generó reacciones entre los usuales visitantes de la embajada. César Baena, recordado por ser el entrenador del llamado peor esquiador del mundo, agredió a golpes al dueño de la vivienda. Esto le costó cargos de “asalto común” por parte de la justicia australiana.