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Refinanciamiento de deuda mete presión al dólar paralelo

Esta semana inició la negociación para el refinanciamiento de la deuda externa de Venezuela. Se unió a la revisión de precios de 50 rubros, salida de circulación del billete de 100 mil bolívares y las expectativas macroeconómicas al cierre de año. En este escenario, el comportamiento del dólar paralelo está sin freno. Se ubica sobre los 60 mil bolívares, presionando un mercado ilícito con repercusión en la oferta de bienes y servicios.

La divisa norteamericana se impulsa en el año por encima de mil 825,64 por ciento, desde enero cuando reportó cotización en tres mil 164,77 bolívares y luego dio un salto, en septiembre, sobre 20 mil 192,95 bolívares. Y en la segunda semana de noviembre ronda los 60 mil 942,11 bolívares con incertidumbre en el techo. 

Johnny Zafra, economista y consultor financiero, destaca dos “factores” que generan presión en el comportamiento del precio ilegal del dólar: la liquidez monetaria que acelera la demanda de bienes con el aumento de la circulación de billetes y las negociaciones para el refinanciamiento de la deuda, que ocasionan ruido en el sistema cambiario.

El movimiento de la cotización del dólar paralelo se relaciona a las variables macroeconómicas, cuando se asoman expectativas negativas se ocurre una arremetida del precio de la divisa. Más si Venezuela está frente a incertidumbres económicas, lo que genera otra variable “de pánico”.

Zafra considera que “lo del dólar, es por factores macroeconómicos, que tienen que ver con la expectativa de inflación de 2018, la capacidad de Venezuela para la renegociación de la deuda, que se empezó hacer, y se pondrá interesante para las próximas semana, en la media que se establezcan las condiciones que van a proponer los acreedores”.

Calmar el empuje del dólar tiene una salida. El experto precisa que si “dentro del refinanciamiento está la opción de presentar un plan de ajustes macroeconómicos. Esto hará que la expectativa hacia Venezuela sean positivas e incida sobre la cotización del paralelo, que puede ser que empiece a bajar”. Sobre el supuesto si los acreedores inyectan dinero “fresco” y se ejecuta el “plan de ajustes”.

Advierte que la escalada de la divisa impacta en la oferta y demanda de bienes, y se sujeta a cómo el Gobierno será capaz de renegociar la deuda externa. Las negociaciones tienen aspectos a medir “importantes”: si el flujo de dólares por la venta de petróleo compensará las importaciones y serán capaz de cubrir los compromisos a futuro. Las expectativas tienden a mover el precio del dólar.