Descubren nuevas especies de osos hormigueros en Brasil
Un grupo de investigadores vinculado a una organización no gubernamental que se dedica a promover la preservación del oso hormiguero en Brasil descubrió seis nuevas especies de este animal en la Amazonia y en el Bosque Atlántico, tras una investigación de cerca de doce años.
Las nuevas especies fueron diferenciadas y descritas gracias a los exámenes taxonómicos y genéticos realizados a 280 ejemplares del oso hormiguero conocido como pigmeo o sedoso (Cyclopes didactylus) capturados en Brasil, Bolivia y México, informó hoy en un comunicado la Fundación Grupo Boticario, una organización que promueve acciones de conservación ambiental y que financió la investigación.
Los resultados del estudio, que también fue apoyado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), fueron destacados en un artículo publicado en la última edición de la revista científica Zoological Journal of The Linnear Society.
Pese a que el Cyclopes didactylus era considerada como la única especie del Cyclopes, un género de osos hormigueros endémico de varios países de Centroamérica y Suramérica, el estudio demostró que al menos en Brasil hay siete diferentes especies.
La diferenciación de las especies fue comprobada mediante análisis minuciosos de 33 muestras genéticas realizados por los investigadores de la ONG Projeto Tamandua (oso hormiguero en portugués).
Los biólogos, coordinados por zoóloga Flavia Miranda, coordinadora de la ONG Projeto Tamandua, inicialmente identificaron diferencias en la coloración del pelo y en el tamaño de ejemplares de oso hormiguero que eran considerados como de la misma especie.
En común, las siete especies del Cyclopes, conocido popularmente como serafín de platanar, hormiguero de dos dedos, dorado o enano, miden cerca de 15 centímetros, pesan unos 250 gramos, poseen piel sedosa y hábitos nocturnos, se alimentan de hormigas y viven en los árboles.
Según Miranda, la próxima fase del estudio es identificar las exactas regiones geográficas por las que se distribuyen las siete diferentes especies.
«Con un mapa de especies seguro y exacto será posible identificar cuál es el nivel de preservación de esas especies y si alguna se encuentra bajo riesgo de extinción, y definir estrategias de conservación», explicó.