Dos vacunas protegen a largo plazo contra el zika
De las dos inyecciones desarrolladas por tres centros de investigación estadounidenses, una permitió la inmunización completa de primates durante al menos un año, según señalaron en un comunicado.
Esta vacuna de mayor efectividad, basada en un vector de adenovirus, ofreció la protección a través de una sola inoculación y en el cien por cien de los casos durante al menos 365 días, el tiempo que los expertos esperaron para comprobar si funcionaba.
La segunda inyección que demostró ser eficiente a largo plazo fue una realizada a base de una purificación del virus inactivo, que protegió del virus al 75 % de los primates mediante dos inoculaciones, también durante un largo periodo, aunque el 25 % sí que experimentó viremia (infección en el mismo efecto).
Las tentativas de lograr la protección mediante una vacuna en el propio ADN no fueron tan efectivas, ya que fallaron en la inmunización al cabo de un año en el 71 % de los primates contrajeron la infección del virus del Zika.
Esta última opción se había presentado como “altamente efectiva” en la protección a corto plazo, destacaron los expertos.
Los estudios previos apenas habían evaluado la efectividad durante semanas después de que fuese aplicada la inmunización, según resaltaron los investigadores.
Cuantificación de anticuerpos
Mediante la cuantificación de anticuerpos contra el zika en el flujo sanguíneo de los animales, los autores del trabajo pudieron definir el límite que implicaba la protección en el primate, lo que proporciona importantes hallazgos para apoyar el desarrollo clínico de vacunas contra la enfermedad para humanos.
El estudio fue realizado por investigadores del Beth Israel Deaconess Medical Center en Boston (Massachusetts), del Instituto de Investigación Walter Reed Army en Silver Spring (Maryland); y del Instituto de Tecnología de Massachusetts y Harvard en Cambridge (Massachusetts).
El zika, así como el dengue, el chikungunya y la fiebre amarilla urbana, son transmitidas por el Aedes aegypti, un mosquito cuya población se multiplica con la llegada del verano austral, que le ofrece condiciones propicias para su reproducción: temperaturas elevadas y charcos de agua limpia debido a las lluvias.