“Siempre tengo algo en la cabeza”
Palabras tiene de más. Nazarus Iriarte se lanzó al ruedo literario con su primer libro: Se me Fugan las Palabras, una recopilación de las 14 narrativas que, junto a 500 aforismos y 225 poemas, constituyen su obra escrita de los últimos siete años.
Este joven escritor nació en Cabimas, pero desde lo cinco años de edad está “dando que hacer” en Maracaibo. Su nombre significa nazareno en latín y le fue otorgado por su padre, quien lo tomó de un libro.
Nazarus se declara inquieto, curiosos y proactivo, por lo que su vida la construye con pinceladas de diferentes tonalidades. Además de escritor es técnico en contaduría estudiante de Derecho y Administración, actor, modelo, deportista amante del crossfit, el ciclismo de ruta y montaña, la escalada libre y deportiva, y el Pilates. También es amante de los animales y posee un puercoespín y un lagarto, es bonsaista, fotógrafo aficionado, mochilero, barista y wanderluster.
En esta etapa de su vida se abre paso en la literaria regional, aunque admite que todas las facetas de su vida lo nutren y complementan, por lo que no podría dejar de hacer lo que es.
“Desde niño hice deporte, siempre estaba en algo, escribiendo, cantando, actuando. Reconozco que a veces se hacen cosas sin pensar y se sigue la línea del deber ser, pero yo prefiero el querer ser, porque es difícil complacer a todo el mundo, así que lo primordial es complacerse a uno mismo y así dar plasencia a los demás”, asegura.
Fogosidad al máximo
Pasión, constancia y dedicación, son los vocablos que Nazarus invoca al momento de materializar algún sueño. “Comencé a escribir desde niño. Tenía un cuaderno con escritos para consumo propio y un día se lo mostré a alguien en quien confiaba mucho, pero su respuesta fue tan apática que me desencanté, tanto que al poco tiempo rompí el cuaderno y dejé de escribir”, comenta.
Estuvo 10 años sin escribir. “Me dedique a estudiar y trabajar, pero cuando empecé en el teatro y la academia de música, se despertó en mi de nuevo el gusto por la escritura. Recuerdo que participe en el concurso Cartas de Amor, no gané ni clasifiqué, pero me quedaron las ganas de escribir”.
Nazarus inició una producción prolija que guardó con recelo y solo era conocido por sus amigos más íntimos. “Me decían publica, pero yo tenía temor. Escribí durante siete años, hasta que un día me decidía a publicar. Ahora sé que este es un parto seco, un trabajo arduo, que me encanta, pero a veces me decepciona y fatiga”.
Durante dos años trabajó con las correcciones del material que tenía guardado, hasta que obtuvo 500 aforismos, 14 narrativas y 225 poemas. “Elegí comenzar con el libro de las narrativas y lanzar tres libros digitales con los aforismos: Entre Labios, Entre Dedos y Entre Piernas. Así me lancé al ruedo, porque deseo ser leído, pero también recoger los frutos de mi esfuerzo”.
El escritor tiene una visión a largo plazo y busca internacionalizar su trabajo, además de escribir novelas que sean una fusión de romance, amor, suspenso y ficción. “Sé que todo es parte de un proceso, pero estoy tan lleno de ideas que a veces se me ocurre que el próximo cohete que vuele al espacio, lleve mi sello”.
La obra
“Se me Fugan las Palabras es verbo escapado, burlado, huido. Los grandes temas siempre aprovechan el aventón para colarse con cada vocablo que dejamos escapar del cerco de los dientes o de la mano que guía las palabras: así el amor, la belleza, los sueños, los anhelos, la efímera lucha contra sí mismo ocupan el lugar de unos protagonistas apenas esbozados, dibujos toscos refugiados en sentires y aprehensiones”, Miguel Marcotrigiano.