Uno de ellos se enfrentará con Maduro
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) evalúa los nombres de los medibles para la contienda por Miraflores. El método de escogencia no está definido, pero no descartan ir a primarias o llegar a un consenso. Hasta ahora, lo seguro –según declaraciones de sus representantes- es que irán con un solo candidato.
Los sondeos de opinión ya asoman a las figuras que podrían medirse contra Maduro por el favoritismo popular: los políticos Henry Ramos Allup, Manuel Rosales, Juan Pablo Guanipa y Henri Falcón, y el empresario Lorenzo Mendoza.
Lorenzo Mendoza, en la era de empresarios presidentes
Nació el 5 de octubre de 1965. Es ingeniero industrial y empresario. Está casado con María Alexandra Pulido y tiene seis hijos. Es considerado como uno de los más adinerados del país. Se graduó en la Universidad de Fordham en Nueva York y obtuvo una maestría en la Escuela de Administración Sloan. Es presidente de Empresas Polar, el mayor productor de alimentos y bebidas en Venezuela. No tiene trayectoria política, pero en el contexto de crisis económica, las encuestas sitúan a este hombre de negocios en las preferencias para enfrentar al actual jefe de Estado en las presidenciales. Su nombre está en el ojo del huracán luego de que Henri Falcón, del partido Avanzada Progresista (AP), le diera la bienvenida a la “dura lucha política que culminará en 2018”, aunque desde mucho antes, ya sonaba entre los favoritos. La reacción de Henrique Capriles, de Primero Justicia (PJ), sobre una posible candidatura no se hizo esperar: “Tenga cuidado, porque si lo están asomando no es con buenas intenciones. Se lo digo yo”. Cuando Lorenzo Alejandro Mendoza Giménez llega a los estadios para disfrutar de algún juego, hasta lo corean como “¡Presidente!”, pero él guarda silencio, todavía no se pronuncia sobre el tema. Extraoficialmente, trascendió que en su entorno, asegura que no tiene intenciones de postularse. El respaldo a su eventual candidatura demuestra, la inclinación social por los “outsider”, alguien que emerge fuera del sistema político; en este caso, un empresario, figura que viene ocupando espacios en las presidencias de América, como el magnate Donald Trump en Estados Unidos; Mauricio Macri en Argentina; Sebastián Piñera por segunda vez en Chile; Michel Temer en Brasil; Pedro Kuczynski en Perú; Horacio Cartes en Paraguay; y Jovenel Moïsel en Haití.
Leopoldo López, candidato tras las rejas
Está preso y su inhabilitación política vence este mes. El líder de Voluntad Popular es uno de los opositores más férreos del gobierno de Nicolás Maduro. Está detenido desde 2014 tras liderar unas protestas antigubernamentales en el centro de Caracas, por lo que fue sentenciado a casi 14 años de cárcel. Desde el 8 de julio goza del beneficio de casa por cárcel. Las aspiraciones de López a la Presidencia de la República no son una incógnita. En 2012 se preparó para participar en las primarias de la oposición para enfrentar al fallecido presidente Hugo Chávez. Pero el TSJ ratificó una inhabilitación que decretó la Contraloría en 2008 pese al fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ordenaba al Gobierno a levantar la sanción. Por ello, su aspiración –que contaba con un programa de gobierno llamado “La Mejor Venezuela”- no siguió y López decidió apoyar a Henrique Capriles, vencedor de esas primarias. Leopoldo Eduardo López Mendoza tiene 46 años, es un político, economista con maestría en Políticas Pública de la Universidad de Harvard (EEUU). Tiene dos hijos con Lilian Tintori, du esposa desde 2007, quien está próxima a tener un tercer bebé. Tintora, activista y defensora de Derechos Humanos, dijo el pasado 3 de diciembre que su esposo no descartar en participar en unas primarias opositoras. Y para Voluntad Popular, Leopoldo López es el único candidato posible. El diputado Freddy Guevara, dirigente de la tolda naranja, lo dijo: “El candidato nuestro natural, el hombre que está asumiendo la responsabilidad y el sacrificio y con el que todos estamos ‘resteados’, es sin lugar a dudas Leopoldo López».
Henry Ramos Allup, el “veterano”
Su experiencia en el campo político es incuestionable. Admite que tiene “kilometraje”. La gente lo conoce y esa es una de sus ventajas. Comenzó su trayectoria política a los 15 años cuando fue presidente del centro de estudiantes de su liceo, poco después se enfiló en el partido Acción Democrática (AD), y desde entonces no ha parado. Férreo opositor de Hugo Chávez y del presidente Nicolás Maduro, hoy a sus 74 años, es el presidente nacional de la tolda blanca, que cuenta con la mayor cantidad de militantes de oposición. Los adecos ya lo presentaron como su opción para unas eventuales primarias por las presidenciales. Henry Lisandro Ramos Allup es abogado. Está casado con Diana D’ Agostino con quien tuvo tres hijos. Fue diputado de la Asamblea Legislativa en Carabobo y cuatro veces parlamentario por esta entidad ante el Congreso de la República. Es diputado de la Asamblea Nacional (AN), la cual presidió en 2016. Es fuerte en su discurso, elocuente y “no tiene pelos en la lengua” para decir sus verdades, lo que entusiasma fácilmente a sus seguidores. “Si no quieren oír, tápense los oídos porque voy a decir lo que tengo que decir”, le dijo al presidente Maduro cuando éste presentó su memoria y cuenta ante el Parlamento. De su verbo encendido, fácilmente puede hacerse una lista de frases “matadoras”: “A ustedes la gente ni les tiene miedo, ni los quiere, ni los respeta, pusieron la Fuerza Armada por el suelo (…) Ustedes tienen las bolas de adorno”, dijo a los funcionarios de la Guardia Nacional que lo retuvieron en el aeropuerto; o cuando se refirió a la “lumpia” de la que tanto habló Aristóbulo Isturiz, “la que se estaba fumando el Presidente, era más grande que un chaguaramo”. “Si en la oposición hay elecciones y yo soy el candidato presidencial y resulto electo, pues seré el presidente”, afirmó al ser cuestionado sobre su candidatura para el 2018.
Manuel Rosales, resurgió de las celdas
Zuliano. Los venezolanos lo conocen. No es nuevo en el camino hacia las presidenciales y por ello su nombre siempre está en las encuestas de opinión. Compitió con Hugo Chávez en 2006 y en 2008, el fallecido líder revolucionario se la juró: “Desgracio, vamos a ver quién va preso primero, si tú o yo”. Las celdas no se hicieron esperar para el fundador del partido Un Nuevo Tiempo (UNT), cuya tarjeta estaría habilitada para postular en los comicios presidenciales por haber participado en las municipales del 10 de diciembre. Estuvo en el exilio, y contra todo pronóstico, regresó en octubre de 2015, sabiendo que lo arrestarían. Rápidamente, entró en la lista de los llamados “presos políticos”. Manuel Antonio Rosales Guerrero inició su carrera política en AD. Fue concejal en Santa Bárbara, alcalde de Maracaibo durante dos periodos consecutivos y gobernador de Zulia, también por dos periodos consecutivos. Tras su libertad en 2016, tiene a cuesta la sombra de señalamientos según los cuales negocia con el Gobierno, pero él asegura que “ni se compra, ni se vende”, aun así lo ven como opositor. Está casado con Eveling Trejo. Tienen 10 hijos. Salió a dar la batalla por la Gobernación del Zulia, la cual perdió, luego de que Juan Pablo Guanipa, se rehusara a juramentarse ante la ANC. El pasado 15 de diciembre estuvo con la MUD en la negociación con el Gobierno.
Henri Falcón, ex chavista al ruedo
Destacó como uno de los fieles a Hugo Chávez desde el Movimiento V República (MVR) hasta que en 2010 anunció su retiro del PSUV, dejando claro sus diferencias para con el primer mandatario debido a que “la relación entre un jefe de Estado con los gobernadores y alcaldes no puede limitarse a la emisión de instrucciones u órdenes sin la mínima oportunidad de confrontar puntos de vista”. Militar retirado y abogado con posgrado en Ciencias Políticas y Derecho Laboral, Henri José Falcón Fuentes, fue constituyente en 1999. Exalcalde de Irribarren en Barquisimeto, exgobernador de Lara y actual presidente del partido Avanzada Progresista (AP). Tuvo cuatro hijos con su esposa Marielba Díaz. Sereno en su hablar, reitera su rechazo a la gestión del presidente Nicolás Maduro, pero recalca que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ya cumplió un ciclo y que hay que establecer nuevas alianzas porque no puede estar encabezada por cuatro partidos que -según él- deciden por todos. Mientras muchos opositores cuestionaban los resultados de las regionales del 15 de octubre, él aceptó el anuncio del CNE: “Responsablemente lo digo, nosotros perdimos”. No apoyó el llamado a abstención para las municipales. Asegura que AP participará en las presidenciales, pero no asoma nada sobre su nombre, solo acentúa que tiene “moral” para postularse a Miraflores y que “no puedo decir de esta agua no beberé. Lo que tengo claro ahora es que pienso recorrer toda Venezuela porque dentro del marco de una situación negativa sé que se abrirán nuevas posibilidades para dar soluciones”.
Juan Pablo Guanipa, del Zulia a Venezuela
Su nombre se consolidó en la palestra pública, luego de ser el único gobernador electo que se negó a juramentarse ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), motivo por el cual lo ven como coherente en su discurso. Asegura que “no se arrodillará”. Con la inhabilitación de Henrique Capriles, Juan Pablo Guanipa surge desde el Zulia como una de las fichas de Primero Justicia (PJ). Es diputado de la Asamblea Nacional (AN), pero luego de su destitución como gobernador electo, asevera que aún no plantea su regreso al Parlamento, de hecho, ya inició su recorrido por Venezuela. No ha confirmado su postulación a las Presidenciales, pero tampoco lo niega, para muchos es una opción. Su posición radical lo hace figurar como un recio opositor. Pero, al mismo tiempo tiene a cuestas el sentir de un electorado que dice estar decepcionado por haber “dado la espalda” al voto que lo escogió como jefe del Ejecutivo regional. Es abogado y periodista. Está casado con Begoña Linares y tiene cinco hijos. Fue concejal de Maracaibo durante dos periodos consecutivos, diputado del Consejo Legislativo del Estado Zulia y actualmente legislador en la AN. Respaldó el llamado a la abstención para las elecciones del 10 de diciembre por la Gobernación del Zulia, recalcando que la entidad ya tenía un gobernador electo.