Internacionales

Los Estados Unidos ha escogido el socio equivocado.

Por MEVLÜT ÇAVUŞOĞLU

Ministro de Relaciones Exteriores de Turquía

28 de enero de 2018.

Los Estados Unidos están atados al Medio Oriente por sus intereses, pero Turquía comparte una frontera de aproximadamente 800 millas con Siria e Irak. En esta región y más allá, Turquía y los Estados Unidos comparten el objetivo de derrotar a las organizaciones terroristas que amenazan a nuestras naciones. DAESH (el mal llamado Estado Islámico) es nuestro enemigo común y la victoria en su contra, no habría sido posible sin las activas contribuciones de Turquía.

Dichas contribuciones continúan, aun cuando el grupo ha sido derrotado militarmente tanto en Siria como en Irak. La Fuerzas Armadas Turcas tuvieron un rol crucial en la liberación de la ciudad Jarabulus al norte de Siria en el 2016. Turquía detuvo a más de 10.000 miembros de DAESH and Al-Qaeda, deportó alrededor de 5.800 terroristas, y le negó la entrada a más de 4000 sospechosos.

DAESH ha perdido el control territorial de Siria y de Irak, pero todavía retiene la capacidad de causar mucho daño. Recientemente las autoridades turcas llevaron a cabo operaciones en contra de las células de DAESH que impactaron sus esfuerzos de reorganización.

Oficiales norteamericanos nos han dicho que los Estados Unidos están comprometidos, y que necesitan botas en terreno sirio para para prevenir que los remanentes de DAESH se reagrupen. Sin embargo, luchar contra DAESH no puede, ni debe significar que nosotros dejaremos de pelear en contra de otros grupos terroristas en nuestra región que amenazan a nuestro país y a la seguridad de nuestros ciudadanos.

Se produjo un impase entre los Estados Unidos y nosotros cuando estos escogieron a su socio local en esta guerra; un grupo que el gobierno norteamericano reconoce también como una organización terrorista. Las mal llamadas Unidades de Protección del Pueblo o YPG, no son más que el ilegal y terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán, PKK con un nombre distinto.

Este grupo ha adoptado diferentes nombres y desarrollado complejas estructuras, pero esto no esconde su realidad. Están dirigidos, por los mismos cuadros, entrenan en los mismos campos, comparten estructuras organizacionales y militares, usan las mismas herramientas de propaganda, y los mismos recursos financieros. El partido de los Trabajadores del Kurdistán, o PKK dirige a las YPG y los atacantes suicidas son entrenados en los campos de las YPG en Siria.

Además, para nuestra consternación los terroristas de las YPG/PKK, al otro lado de nuestra frontera en Irak y Siria están usando armas y entrenamiento provisto por los Estados

Unidos. Las armas confiscadas a los terroristas del PKK por nuestras fuerzas de seguridad se han incrementado tanto en número como en sofisticación.

Un aliado de la OTAN armando a una organización terrorista que está atacando a otro aliado de la OTAN es una ruptura con todo aquello que la OTAN defiende. Es una política anómala que necesita ser corregida.

No tenemos ninguna duda que los Estados Unidos ve el daño que dicha política está haciendo a la credibilidad de la OTAN y corregirá esta política en favor de poner a sus aliados y a sus intereses a largo plazo de primeros nuevamente. La confianza de los norteamericanos en las Unidades de Protección del Pueblo YPG es un error cuando los Estados Unidos tienen en Turquía, un socio capaz.

Sin embargo, Turquía no puede darse el lujo de esperar por una eventual e inevitable corrección de rumbo. Las palabras vacías en relación a las preocupaciones sobre la seguridad de Turquía, no remueven las amenazas ni los peligros.

Recientemente, las autoridades turcas han documentado el incremento de las amenazas por parte de las YPG y DAESH en campamentos en Siria. Los terroristas, localizados en la región de Afrin amenazaron las vidas y propiedades tanto de la gente de la región como de los turcos que viven cerca de la frontera.

Teníamos que actuar y por ello Turquía ha iniciado la Operación Rama de Olivo en contra de los terroristas en Afrin.

Esta operación tiene un objetivo claro: asegurar nuestras fronteras y neutralizar a los terroristas en Afrin. Esta operación se lleva a cabo sobre las bases del derecho internacional y de acuerdo con nuestro derecho a la defensa propia. La operación es en contra de los terroristas, sus refugios, sus armas y su infraestructura. Las fuerzas Armadas turcas están actuando con la mayor precaución para evitar el daño a civiles.

Hemos también intensificado sustancialmente nuestros esfuerzos humanitarios. Hemos construido campos para ayudar a los civiles que escaparon de Afrin. Ya albergamos más de tres millones de sirios y las agencias humanitarias de Turquía están ayudando a aquellos que necesitan nuestro apoyo.

Turquía continuará esta misión hasta eliminar a los terroristas. Turquía no admitirá la creación de enclaves separatistas o lugares seguros para que los terroristas, quienes además están en contra de la voluntad del pueblo sirio, amenacen la seguridad nacional de Turquía.

Turquía ha estado activa en cada proceso político que busca una solución al atolladero en Siria. Mantener la integridad territorial de Siria a es fundamental para los esfuerzos de paz. Eliminar a los terroristas significa abrir espacios para la paz.

Nosotros nos esforzamos por lograr un futuro libre de organizaciones terroristas, vecinos que implosionan, guerras y calamidades humanitarias en nuestra región. Turquía se merece el respeto y apoyo de los Estados Unidos en esta lucha esencial