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Rusia se toma en serio el problema del racismo antes del Mundial

Una vez más señalada por los gritos de monos escuchados en el amistoso ganado por Francia ante la selección local en San PetersburgoRusia se ha propuesto actuar con firmeza para que el problema del racismo no empañe el Mundial de fútbol, a menos de tres meses para el torneo.

Del 14 de junio al 15 de julio, todas las miradas estarán dirigidas hacia Rusia y la cuestión preocupa seriamente.

Los onomatopeyas con sonidos simiescos se escucharon varias veces contra los franceses, especialmente en el minuto 73, cuando el mediocampista Paul Pogba tocó el balón.

También fue objetivo de esos gritos Ousmane Dembélé en el momento de lanzar dos saques de esquina, constataron varios fotógrafos de la prensa.

«Vamos a estudiar el video y todo lo que pasó alrededor del partido. Daremos luego nuestra evaluación», declaró a Sport Express un responsable de la seguridad y de las relaciones con los aficionados de la Federación Rusa de Fútbol (RFS), Vladimir Markin. Otro responsable aseguró que la RFS estaba dispuesta a investigar el episodio.

El exinternacional Alexei Smertin, nombrado inspector responsable de cuestiones de racismo y discriminación en el fútbol ruso, añadió que «las medidas apropiadas se tomarán» tan pronto se conozcan los resultados de las primeras investigaciones.

La lucha contra el racismo en el fútbol ruso no es algo nuevo. En el 2015 se lanzó una campaña importante tras los incidentes racistas que afectaron al brasileño Hulk y al ghanés Emmanuel Frimpong, ese último expulsado por haber reaccionado de manera vehemente a insultos racistas.

Desde entonces la liga rusa y los clubes del país se multiplicaron los llamamientos a combatir el racismo.