Los puntitos blancos y duros que aparecen en la cara, cerca de los ojos no son granitos. Aparecen de un día para otro, pero no se van solos.Y si bien sólo es una cuestión estética, la buena noticia es que tienen solución.

Los especialistas los denominan milium. Se trata de pequeños quistes epidérmicos localizados en la región superficial de la piel. En su interior no contienen sebo sino queratina, sustancia que está presente en esa capa superficial.

 

Estos puntitos blancos suelen verse en bebés recién nacidos, pero pueden aparecer en cualquier persona. Sobre todo en pieles en proceso de cicatrización o por tendencia genética. En concreto, aparecen cuando proliferan las células de la epidermis dentro de la dermis.

Si se quiere remover los milium, hay que realizar una limpieza profunda. Pero ésta no debe realizarla cualquier persona. Lo más recomendable es visitar a la dermatóloga o el dermatólogo.

Las técnicas existentes consisten en drenaje, el uso de cremas exfoliantes, peeling de diamante, cristal o químico, aplicación de ácido retinoico e incluso el uso de una microaguja. Todo depende de cómo reacciona la piel a los diferentes tratamientos.

Este tratamiento suele constar de varios pasos. El siguiente puede ser el vapor de ozono que ayuda a abrir los poros y dejar la piel más suave. Otros, utilizan alta frecuencia para ayudar a la piel a cicatrizar y relajar o una máscara calmate para reducir la irritación y calmar la región afectada.

En definitiva los puntitos blancos se pueden quitar, pero se necesita invertir plata porque al ser algo estético no está cubierto por las obras sociales.