Entra en efecto la ley que acaba con la neutralidad de la red en EEUU
La norma que acaba con la neutralidad de la red, un principio que garantizaba la igualdad de acceso a la internet, entró en efecto tras medio año desde su aprobación.
La regulación de neutralidad en la red, aprobada en 2015 bajo el mandato del entonces presidente Barack Obama (2009-2017), impedía que empresas proveedoras de internet pudieran bloquear o ralentizar el tráfico en cualquier portal a su antojo, amparándola como un servicio público.
Sin embargo, el 14 de diciembre la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) aprobó una nueva ley que termina con la conocida neutralidad, gracias a la mayoría republicana en la institución que cumplió con las aspiraciones conservadoras en un ámbito que ha generado una fuerte polarización en los últimos años.
Este lunes, seis meses después de que la FCC tomara la decisión y tras la batalla de la oposición demócrata, la nueva regulación entró en vigor para sepultar una causa impulsada personalmente por el propio Obama.
“Ahora, el 11 de junio, estas innecesarias y dañinas regulaciones de internet serán derogadas y el enfoque bipartidista que funcionó en el mundo en línea durante 20 años será restablecido”, aseguró en mayo el presidente de la FCC, Ajit Pai, nombrado por el presidente, Donald Trump.
Desde este momento, los proveedores de servicios de internet (ISP) pueden bloquear o ralentizar a su voluntad el acceso a cualquier página web sin importar su contenido, incluso medios de comunicación o plataformas de video.
Lo que más preocupa al sector de las tecnologías y las asociaciones de consumidores es la revolución del modelo de negocio que supondrá, ya que deja la puerta abierta a que las empresas establezcan paquetes de productos con mayor y menor velocidad, incluyendo y vetando plataformas de contenido como Netflix.
En las últimas semanas, los demócratas del Senado activaron un mecanismo del Congreso para revertir decisiones de agencias federales (CRA).
Por un escaso margen de 52 votos a favor y 47 votos en contra, los liberales consiguieron salvar en la Cámara Alta el primer obstáculo para revertirla, pero no superaron el segundo eslabón: la votación en la Cámara de Representantes (Cámara Baja), donde la abrumadora mayoría republicana ha impedido el voto.