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“Con el estómago vacío no se pueden salvar vidas”, dicen enfermeras y médicos

La protesta en el sector salud sigue. Las consignas son las mismas al recorrer los distintos centros asistenciales del área metropolitana, y este martes, a la petición de tener el sueldo de la rectora del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, y que se les homologue al salario de los militares, así como que se le añada la petición al presidente Nicolás Maduro de que “viva un mes con el salario mínimo”

Representantes de distintos sectores y de distintos centros hospitalarios se reunieron este martes con los diputados de la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nacional para continuar exponiendo lo que ya es público: sueldos que no alcanzan y malas condiciones de los hospitales. Esta reunión tuvo como protagonistas a los trabajadores y enfermeras del Hospital Clínico Universitario (HUC)ubicado dentro del campus universitario y el más antiguo del país.

Los empleados de esta institución marcharon por toda la universidad con pancartas hechas de las cajas Clap que recibieron hace una semana, donde reiteraron que el paro no se levantará hasta que el gobierno acepte reunirse con los sindicatos en conflicto. Asimismo, exigieron la liberación del enfermero Alfonso Román y la renuncia de la directiva del Hospital, encabezada por laex ministra Antonieta Caporale.

Los trabajadores del HUC reclamaron asimismo que los médicos del hospital no se sumen al paro e incluso los llamaron “cobardes”.

La respuesta de los médicos fue que aunque los salarios desencadenen las protestas y son reclamos justos, no quieren usarlo como bandera. Para los médicos del Universitario, rechazar el estado “inhumano” en el que se encuentra el centro asistencial debe ser el objetivo de lucha, explicó David Flores, jefe de residentes del Clínico.

Este miércoles, la Sociedad Médica del HUC tendrá una asamblea para concretar las acciones, una posición que contrasta con la asumida por médicos de la Maternidad Concepción Palacios, de El Algodonal y del Hospital Pérez Carreño, quienes señalaron que “con la miseria de salario que se le paga a un médico, es imposible vivir. Es inhumano lo que se vive en los hospitales”.

Y junto a las enfermeras, hicieron un llamado a los distintos sectores para que se sumen a la protesta.

Los médicos sumados al paro, coincidieron con sus colegas en que la dotación de los hospitales es un punto medular. Recordaron residentes del Pérez Carreño que hace unas semanas de 10 pacientes, ocho resultaron infectados por una bacteria adquirida en quirófanos que no son desinfectados.

Desde Lídice señalaron que por primera vez en la historia los hospitales están incluidos en planes de racionamiento de agua y luz lo que dificulta aún más el funcionamiento de los centros de salud.

No los representa

A la protesta por reivindicaciones salariales se les sumó lo que ha sido una constante en este tipo de conflictos.

Desde el lunes, el constituyente Hernan Iriarte ha estado dando a conocer un supuesto contrato que se habría firmado con el gobierno por parte de Fenasitrasalud, una federación que no reconocen.

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Y no lo hicieron porque en diciembre de 2017 se había acordado que a partir de enero de 2018 correrían los aumentos de todas las primas, cosa incumplida pero ahora, está Federación “gobiernera”, como la calificaron, habría firmado un contrato que empieza a correr desde julio, lo que consideran “ilegal, irresponsable e injusto”.

Bajo este contrato, los médicos llegarían a percibir 65 millones de bolívares y las enfermeras, alrededor de 18 millones, cifras que consideraron insuficientes.

“Estamos en contra de la persona de ese sindicato que es capaz de destruir un gremio”, dijo Francia Sotomayor, enfermera del Clínico.

Pablo Zambrano, secretario de Fetrasalud, relató que recientemente pagaron prestaciones sociales y el
Monto fue de 500 mil bolívares.

“Los trabajadores huyen porque un profesional con más de 30 años de servicio lo liquidan con seis millones de bolívares”, agregó.

Lo diputados, mientras tanto, se comprometieron a que este mismo martes saldrá una comunicación dirigida al Ejecutivo donde exigen respeto al derecho a la protesta.

Asimismo, se comprometieron a visitar los distintos hospitales y concederles un derecho de palabra a estos sectores el próximo martes en la sesión de la Asamblea Nacional.

“Con el estómago vacío no se pueden salvar vidas”

Francia Sotomayor, tiene 19 años de servicio en el Clínico Universitario, allí de hecho, nació. El drama de Francia es el de millones de venezolanos: el sueldo no les alcanza para vivir.

Relató que tiene un niño de cinco años a quien no puede llevar al cine o al parque porque, sencillamente, “no hay dinero”.

“No me alcanza ni para una chupeta muchas veces”, dijo entre la indignación y molestia.

Las enfermeras y trabajadores no escaparon tampoco a tener que reducir su ingesta alimentaria. Muchas reconocieron que sólo comen dos veces al día y sentencian: “Con el estómago vacío, no se pueden salvar vidas”.

Sin embargo, destacan la vocación y hasta el hecho de que, en Venezuela, “el trabajador paga por venir a trabajar”.

Con Francia y otras compañeras, se recorrió la emergencia del HUC. Paredes con filtraciones, carcomidas, sin aire acondicionado, sin sábanas ni batas para pacientes, así trabajan todos los días y así reciben a los cientos de pacientes que llegan diariamente como Yelitza Ruiz, quien ingreso a las 3:00pm del lunes y pasó 24 horas en una silla descosida y rota, esperando los resultados de exámenes que determinarán si tenía que ser operada de apendicitis.

El viacrucis expuesto en estos días de protestas, simbolizado con zapatos rotos y trajes blancos sucios se comprueba en la tienda que queda dentro del hospital para que las enfermeras adquieran el uniforme especial. Mientras devengan un salario de entre un millón 200 y tres millones, un par de zapatos les cuestan 80 millones de bolívares.

La protesta se mantiene y la salud sigue en “terapia intensiva”.