López Obrador dibuja su plan de austeridad para cambiar el rostro del Gobierno mexicano
Andrés Manuel López Obrador ya posee un plan de austeridad a dos semanas de su aplastante victoria en las urnas. El próximo presidente de México anunció varias acciones, entre las cuales está rebajarse el sueldo un 60%, para combatir la corrupción y poner fin a los excesos de la alta burocracia en el Gobierno. Los cincuenta puntos permitirán al líder de Morena afianzar sus principales promesas de campaña y dar rostro a su Administración, que inicia el 1 de diciembre.
El ganador de los comicios del 1 de julio ha ido dando forma a lo que será su Gobierno. López Obrador se reunió a puerta cerrada con los legisladores electos de su partido, que controlarán la Cámara de Diputados como el Senado.
Un diputado que acudió a la reunión relata los diversos agravios y agendas que salieron a aflorar de entre los parlamentarios. Entre ellos, una legisladora del Estado de México que pidió durante ocho minutos al presidente electo atender con urgencia el problema de la basura en un populoso municipio colindante con Ciudad de México.
El presidente electo se ha convertido en el «gran receptáculo de la esperanza mexicana». No son solo los ciudadanos de a pie los que peregrinan a su casa de transición con la esperanza de obtener un empleo o alguna ayuda económica. También los representantes populares acuden a él como el todopoderoso que puede arreglar los problemas del país.
En días recientes se ha hablado de legalizar la marihuana, legislar la voluntad anticipada (eutanasia) y preparar un nuevo proyecto de Constitución. Sin embargo, López Obrador ha pedido a sus legisladores evitar agendas que polaricen.
«No abusemos de la mayoría», les dijo el líder del movimiento a sus diputados y senadores, quienes formarán una legislatura de histórica mayoría el 1 de septiembre.
El presidente electo ha pedido a sus correligionarios centrarse en la agenda prioritaria, la cual está conformada por el combate a los excesos de los políticos y lo que él llama la «austeridad republicana«.
«No va a ser más de lo mismo… Nada de politiquería, no hacer política en el viejo molde de la política tradicional. Ese molde se hizo pedazos el 1 de julio. La gente ya no quiere políticos corruptos, prepotentes, fantoches, falsos, mentirosos. Hay que tener presente eso. No vayan a salir con sus tonterías porque la gente se los va a reprochar», afirmó el político mientras leía la cartilla a los militantes de su partido que irán al Congreso.
El grupo cercano a López Obrador, que se convertirá próximamente en su Gabinete, ha comenzado a afilar las tijeras que permitirán un importante recorte al Gobierno federal. Los próximos secretarios (ministros) ya han anunciado algunas de las subsecretarías que van a desaparecer. La próxima Administración pretende ajustar más de 6.000 plazas de la alta burocracia, lo que generaría, según los propios cálculos de Morena, un ahorro mensual de 863.000 millones de pesos (45.6 millones de dólares).
Entre las medidas que se van a tomar se encuentra el reducir a la mitad los sueldos de todos aquellos funcionarios que ingresen más de un millón de pesos anuales (52.000 dólares), cancelar las pensiones a los expresidentes, limitar los viáticos de los burócratas, suprimir los seguros de gastos médicos privados para ahorrar 256 millones de pesos anuales (13 millones de dólares), limitar los viajes al extranjero, eliminar los guardaespaldas y prohibir los vuelos en aviones o helicópteros privados. También se prescindirá de servicios de consultoría y se limitará a cinco el número de asesores por ministro.