Al escuchar el nombre de Freddy Mercury, sus fanáticos se trasladan directamente a Queen, aquel afamado grupo británico que puso a corear y a bailar a más de uno en las décadas de los 70, 80 y 90, al compás de su voz.

Era un 5 de septiembre de 1946 cuando  Farrokh Bulsara llegó al mundo en el seno de una familia guyaratí. Nadie se esperaría que ese pequeño niño pasaría a ser un artista  de renombre universal. 

El ídolo de millones estaría cumpliendo este miércoles 72 años de edad de no haber sido por el sida, una enfermedad que ocultó durante muchos años, no sólo al mundo sino también a sus seres más cercanos y queridos por el estigma que había en esa época.

Freddie Mercury de niño. Foto: El Comercio

A pesar de sus esfuerzos por más de cuatro años de negar lo que le ocurría, su cuerpo evidenciaba los estragos del VIH. Se mostraba pálido, delgado y su semblante ya no era lo mismo, pero aún así nunca dejó de hacer lo que realmente le apasionaba: la música.

Foto: El País

Fueron muchos los éxitos que celebró el británico junto a su afamada banda, tales como Bohemian Rhapsody, We Will Rock You, Dont Stop Me Now, entre otros.

El tiempo ha transcurrido pero su voz se ha inmortalizado a lo largo del tiempo, de generación en generación que aún lo aclaman y lo veneran como si nunca se hubiese ido de este plan terrenal.