Sobornos, acusaciones y soledad: esto es lo que sabemos hasta ahora del juicio contra «El Chapo» Guzmán
Las primeras dos semanas del juicio que durará más de cuatro meses en contra de Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera se han convertido en el origen de señalamientos contra presuntos cómplices, incluso dentro del gobierno de México, pero también el lugar donde sus abogados aseguran que él no controlaba al Cártel de Sinaloa.
Desde que se entrevistaron a 39 potenciales jurados de un centenar, las bromas y el miedo florecieron alrededor del capo mexicano, quien es acusado de enviar más de 155 de toneladas de cocaína a Estados Unidos a lo largo de 25 años, facturando unos USD 14.000 millones, por lo que podría ser condenado a cadena perpetua.
El traje azul marino que portó el Chapo con camisa blanca y cuello muy grande, al estilo de la época disco, fueron algunos de los primeros detalles que se filtraron de la corte donde el juez Brian Cogan preside el caso donde se le acusa de 11 cargos de narcotráfico, conspiración y lavado de dinero.
Dos posibles jurados expresaron miedo por su seguridad, pese a que todos fueron identificados sólo con un número, sin que se sepa su profesión ni su domicilio. Algunos conocían al capo por las series o por su encuentro con Kate del Castillo. Se relató queJoaquín lanzó una carcajada durante la elección de jurados.
Pero la risa se le terminó cuando el fiscal Adam Fels explicó, para dar una idea de la magnitud del comercio ilegal que comandaba Guzmán, que envió la cantidad suficiente para «dar más de una línea de cocaína a cada persona de los Estados Unidos».
Según The Sun, Fels estableció que durante el juicio se demostrará la vasta organización global de narcotráfico que lideraba el Chapo entre 1989 y 2014.
Uno de los abogados de Guzmán, Jeffrey Lichtman, aseguró que su cliente «no controlaba nada» de la red de narcotráfico, sino que sólo sirvió como «chivo expiatorio» de «corruptos» gobernantes mexicanos y de agentes de la agencia antidrogas estadounidense. En cambio, señaló a Ismael «El Mayo» Zambada como el verdadero culpable y líder del cártel de Sinaloa.
En el tercer día del proceso, el hermano del «Mayo», Jesús «El Rey» Zambada, fue llamado a declarar como testigo clave del gobierno estadounidense. El empleado del cártel de Sinaloa desde 1987 hasta su arresto en 2008 declaró que «el Chapo» y «el Mayo» eran socios y ambos jefes del cártel.
Dijo que los dos coordinaban sobornos a la Procuraduría General de la República (PGR), a la policía, a militares y hasta a la Interpol. Detalló que por órdenes de Guzmán dio al general Toledano, a cargo del estado de Guerrero, un soborno de 100.000 dólares para importar cocaína de Colombia.
«El Rey» dijo que controlaba la actividad del cártel en Ciudad de México, lugar donde los sobornos para los funcionarios ascendían a 300.000 dólares por mes. Testificó que «el Chapo» además pagaba a sicarios para cometer asesinatos no sólo de rivales, sino de cualquier organización criminal que creyera que podría ser una amenaza para su negocio.
En su testimonio acusó de recibir sobornos del narco al aún presidente de México, Enrique Peña Nieto, al ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, al ex secretario de Seguridad Genaro García Luna y a Gabriel Regino, ex colaborador del actual mandatario electo.
Eduardo Sánchez, vocero de Peña Nieto, y Felipe Calderón, calificaron de «falsas» las acusaciones.
Jesús Zambada también señaló que le dio, «en un malentín», 3 millones de dólares a Genaro García Luna, el Secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, «para que ‘El Mayo’ Zambada siguiera con sus operaciones de narcotráfico sin ser molestado», de acuerdo con Alan Feuer, un periodista de The New York Times que cubre el juicio en Nueva York. García negó las acusaciones y se mostró abierto a que se le investigue.
El 21 de noviembre, Eduaro Balarezo, uno de los abogados de «el Chapo» escribió a Peña Nieto: «¿Lamenta haberlo enviado aquí?», junto a una noticia del diario New York Daily News titulada: «El Cártel de la droga del Chapo pagó 6 millones de dólares en sobornos al actual Presidente de México Peña Nieto, según los abogados de la defensa».
Este 24 de noviembre reiteró su pregunta y avisó: «Sr. Presidente, sólo le queda una semana para contestar…».
No hay tiempo para el amor
La imagen de hombre «cariñoso» que Joaquín Guzmán proyectó a través de los mensajes que envió a la actriz mexicana Kate del Castillo, se repitió en el juicio, pues solicitó poder abrazar a su esposa Emma Coronel, madre de sus dos hijas gemelas.
El juez negó la petición, aunque expresó su simpatía por la solicitud del líder del Cártel de Sinaloa. Cogan estableció que acceder a la petición sería contrario a todos los procedimientos de seguridad que se han aplicado.
La defensa del Chapo solicitó «un saludo breve y momentáneo que incluyera quizás un abrazo» porque la salud de su cliente se había deteriorado por la soledad provocada por su casi total aislamiento.
Desde su extradición a Estados Unidos, en enero de 2017, «el Chapo» sólo ha podido ver a su esposa durante las vistas orales de preparación del juicio y no puede tener contacto con ella porque la Fiscalía teme que pueda utilizarla para enviar mensajes al exterior y pedir algún tipo de acción que ponga en riesgo la integridad de las personas que testificará en su contra.
Aún hay pruebas y 40 testigos
La fiscalía ha preparado el caso durante meses, y aseguran que cuentan con una gran cantidad de fotos, videos, audios y 40 testigos para respaldar las acusaciones contra el capo mexicano preso en una cárcel de máxima seguridad en EEUU.
«Los fiscales escribieron que contaban con fotos satelitales de Guzmán y su operación,incautaron libros de contabilidad de drogas, videos, miles de llamadas y correos electrónicos interceptados, y más de 300 mil páginas de documentos», publicó el diario The New York Times.
La Fiscalía de Nueva York se opuso a que se incluyera la entrevista que hecha por el actor estadounidense Sean Penn en 2016 para la revista Rolling Stone, al considerar que se presentaba al capo como «una figura parecida a Robin Hood».