Arremetida del gobierno sirio contra yihadistas deja 13 muertos
Los últimos ataques de una ola de bombardeos sin precedentes del régimen sirio en el bastión yihadista en el noroeste del país mataron al menos 13 civiles, informó una ONG.
Ataques aéreos, algunos con bombas de barril, y fuego de artillería tanto por parte de fuerzas del gobierno como rusas se han cobrado la vida de decenas de civiles en las últimas semanas.
La violencia, que ha puesto fin a una frágil tregua alcanzada entre Moscú y Ankara en septiembre, ha provocado el desplazamiento en masa de las poblaciones locales y llevado a Siria al borde de la peor catástrofe humanitaria en ocho años de conflicto.
Estados Unidos y la ONU exigieron el martes el fin de los bombardeos, que solo en ese día dejaron 27 civiles muertos.
Pero este miércoles, los ataques aéreos continuaron.
Siete civiles murieron por ataques en la localidad de Sarja, que se encuentra en la primera línea que separa los territorios controlados por los yihadistas de Hayat Tahrir al-Cham (HTS, exfilial siria de Al Qaida) de las zonas gubernamentales vecinas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Otras cuatro personas, un padre y sus tres hijos, murieron en el pueblo de Bara, de acuerdo con la misma fuente
Los otros muertos se registraron en la ciudad de Hbeit, en Idlib.
“Los bombardeos del régimen y Rusia continúan con intensidad en varias regiones. Los ataques rusos se concentran en la ciudad de Khan Shaykhun y sus alrededores”, afirmó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
La agencia estatal siria SANA informó de su lado de una mujer muerta por disparos yihadistas en la provincia de Hama, vecina de Idlib.
“No escatimar esfuerzos”
Gran parte de Idlib, así como sectores en las provincias vecinas de Hama, Alepo y Latakia están en manos de HTS.
Las fuerzas fieles al régimen de Bashar Al Asad controlan una parte del sudeste y otra del este de Idlib.
Desde fines de abril, a través de ataques aéreos, pero también de combates en tierra, han logrado recuperar varias ciudades en el sur de esta provincia y en el norte de Hama.
Los analistas piensan que el gobierno de Asad y sus aliados continuará bombardeando sin pausa la zona pero no lanzarán un asalto por tierra que crearía caos en las puertas de Turquía.
El martes, el enviado de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari, dijo que Damasco “no escatimará esfuerzos” para liberar a los pobladores de Iblid del control yihadista, según declaraciones difundidas por SANA.
De su lado, la responsable del departamento de Asuntos Humanitarios de la ONU, Ursula Mueller, afirmó ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que unas 270.000 personas huyeron de los combates en Idlib desde fines de abril.
La cifra de civiles muertos supera las 270 personas, según el OSDH.
En algunos pueblos, excavadoras cavaron nuevas tumbas y los civiles enterraron a sus muertos al anochecer para evitar ser víctimas de nuevos ataques.
En Siria la guerra iniciada en 2011 ha causado más de 370.000 muertos y la huida de millones de personas.