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¿Cuál sería la mejor política salarial en Venezuela?

Uno de los retos más grandes que enfrentan actualmente los gerentes en Venezuela es la retención del talento humano.

Además de la depresión económica que existe en Venezuela, la escasez de insumos para la producción y la limitación para conseguir las divisas, intentar mantener al personal satisfecho es una de las tareas más complejas que hay en el país y fuera de él.

Los expertos Alberto Afiuni, Amarú Liendo e Iván Acosta aconsejan sobre el mejor camino a seguir

“El gerente más exitoso es el que sabe cómo reaccionar rápidamente en este entorno, el que sabe adaptarse. El gerente venezolano es resiliente”, afirmó Alberto Afiuni.

El experto señaló que se debe saber cómo formar líderes transformadores que se sepan adaptar tan rápido como los cambios que se producen. “Para superar las expectativas debemos estar delante de ellos, ser líderes que rompan esquemas, que sean curiosos, que generen ideas, e impongan estilo. Este es el momento para hacerlo”.

Afiuni dijo que 80% de los Ceos están enfocados en la transformación digital, que busca reinventar los modelos de negocios y para ello es necesario generar cambios culturales y apalancar los cambios.

“El consumidor y el mundo están cambiando las tendencias en formas muy rápidas. Hay que atraer a los talentos de las empresas con los cambios culturales necesarios. En los últimos 15 años 50% de las compañías Fortune 500 han desaparecido por no saber adaptarse a los cambios. Esto no es solo luchar por permanecer en Venezuela, es pensar en el día D, si vamos a estar viviendo no sólo con las empresas que han luchado por permanecer, sino con las que vendrán de afuera a competir”, aseveró.

El gerente de la empresa EY dijo que un líder piensa de forma holística, fuera de la caja, es un innovador, navega y se tiene que permitir fallar, porque de ello se aprende y se toman mejores decisiones, para corregir. “En un entorno dinámico debemos adaptarnos y rodearnos de líderes innovadores, debemos tener una conexión empática que va de lo humano a lo tecnológico”.

Por otra parte, señaló que se debe cambiar el esquema mental para ser analítico e innovador, pero lejos de tener contactos como era en el pasado, ahora hay que ser muy ágil en la red y en las colaboraciones. “Antes comunicábamos, hoy tenemos que vivir con un propósito e inspirar a la gente. Ser un generador de ideas es parte de nuestro día a día y por último también saber manejar el cambio y romper esquemas”.

Agregó que la principal preocupación hoy en Venezuela es retener el talento. “La única forma para luchar contra el control de cambio y todas las trabas hay que ser disruptivo y el líder es quien debe marcar la pauta”.

Mantener la operación e ir pensando en cómo se va a competir cuando llegue el día D. Hay que ver cómo influye la reducción de operaciones en Venezuela. “El parque industrial está trabajando casi a 15% de su totalidad, tenemos una caída de consumo de casi 60% y el último recurso que teníamos que era la banca, lo hemos perdido con la medida del encaje legal y la capacidad crediticia.

Estas tres condiciones unidas a la hiperinflación hacen que el flujo de caja sea la principal preocupación de los líderes de las empresas. “Queremos ser los mejores pagadores, pero debemos ser los mejores generadores de caja. Es necesario enlazar la estrategia si es muy exitosa, la política salarial será la número uno del mercado”.

Además recordó otra condición que puede ser adversa para la mayoría de las empresas. “Tenemos una dolarización informal. Uno sabe que a lo mejor no se pueden cumplir con las necesidades de los talentos pero se le debe hacer saber que nos importan. 40% de mi tiempo está focalizado en hacer caja y el otro 60% es comunicar a nuestras distintas gerencias el plan que queremos desarrollar”.

“Debemos hacerle sentir la pertenencia a nuestros trabajadores y que ellos entiendan que cualquier acción que desempeñen puede llevar a nuestro éxito, eso contribuye en el sentido de pertenencia y estimula la innovación pues cada uno de ellos participa en la elaboración de estrategias”, dijo.

El experto manifestó la necesidad de supervisar la data, ver si cumple el talento como un tacómetro con la velocidad. Así pueden competir con ellos mismos y su desempeño. Para ello son necesarias revisiones periódicas, trimestrales, pero mejor si puede ser mensuales, y con ellas generar políticas de reconocimiento, lo que conlleva a la optimización de procesos y desempeño para mejorar los resultados.

Al talento hay que brindarle experiencia, certidumbre y entrenamiento. “Se le hace un plan de competencia y una línea de carrera, lo apalancamos con experiencia necesaria, entrenamientos, técnica y una persona que lo ayuda a maximizar su potencial lo vas a ayudar a tener una experiencia única y esa persona durante el tiempo que esté en la organización va a estar comprometida con lo que hace”.

Afiuni señaló que en la actualidad hay una guerra por el talento y por eso se debe enfocar en ser los mejores pagadores. “Reducir los periodos de prepago. La nómina y los bonos deben pagarse de manera semanal y parte de eso debe ser en moneda dura, el costo de vivir en Venezuela en moneda dura, se ha incrementado en 8 y 9 veces”.

El que más contribuye es el que más crece y gana en la empresa, es nuestra visión como empresa. “Es importante apoyar a nuestros trabajadores, debemos tratarlos mucho mejor que a nuestros clientes, porque si ellos están contentos, ellos van a replicar esta atención a nuestros clientes y ellos son la cara visible de la empresa”.

Amarú Liendo de SC Johnson compartió su visión gerencial y su experiencia en el sector empresarial. En sus palabras el experto señaló que hay una clara diferencia en las palabras capital humano. “Son conceptos que pueden ser contradictorios y eso es un conflicto que de por si tienen las empresas en el mundo pero en el caso de Venezuela por todos los factores adversos esto es un reto”.

Liendo recalcó como se hace para vivir en un entorno hostil para las empresas. Se refirió a la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), en la que, según hallazgos, 80% de los venezolanos están en situación de pobreza.

“El banco mundial establece la pobreza como 1,9 dólares diarios, una persona que reciba 57 dólares o menos al mes en Venezuela es pobre. Es en este contexto, donde supuestamente según dólar dicom se debe manejar que un trabajador que percibe menos de 300.000 bs pueda trabajar ‘feliz’. ¿Cómo se espera que se conecte en este contexto?, ¿Cómo se genera un buen clima?”, se preguntó.

El reto en este contexto es responder a esta pregunta siendo una inspiración para que las personas comprendan que desde las empresas se busca que la respuesta sea que se está tanto con la gente y como con la obtención de los resultados.

Iván Acosta dio su visión estratégica de capital humano.

Para Acosta en el país se debe actuar con una actitud salarial distinta. “Hoy compito contra todos, las cajas Clap, las remesas, solo 20% de las personas en el mercado laboral reciben sus ingresos solo de su trabajo formal”.

Manifestó que se está en un entorno distinto y cambiante, además que se debe entender que muchas de las personas que reciben “beneficios” como el Clap están enchinchorradas. Dijo que es complicado explicar por la competencia pues se compite con la desesperanza y la dependencia y es una lucha contra la dominación que se impone desde el poder.

Acosta agregó que competir en el clima actual de Venezuela es más que pagar bien. “Es la confianza, la certidumbre, la seguridad psicológica. No se puede confiar en ser buena paga, porque es más que eso para tu trabajador, se deben dar recompensas y estímulos, premiar acciones, ideas e innovación”.

Por otra parte Acosta indicó que los empresarios están en un panorama de confrontación y lucha política y en un entorno económico que ya está bastante derruido. “Hablamos de que puede haber una caída de 25% del PIB cuando ya el acumulado era 50%, mientras persiste la lucha política es lo que tenemos que lidiar hoy”.

El experto también se refirió a los apagones de marzo y dijo que estas fallas son una restricción más a una economía ya limitada, en un contexto político donde realmente nadie está gobernando, y en que las empresas deben tener recursos emocionales, económicos y convicción de cambio hasta que efectivamente este se logre.

Sobre el tema salario expresó que no es algo meramente nominal. “En Venezuela se ha sufrido la política monetaria, la internacionalización y dolarización de la moneda, se agarró a la sociedad desprevenida y muchas empresas no pudieron cuadrar su caja”.

Ante esta perspectiva Acosta aseveró que actualmente no se puede aumentar al mismo ritmo que la hiperinflación por lo que las empresas tienen como único recurso aumentar la producción, la venta o comercialización para intentar hacer caja y sobrevivir. “Vienen momentos muy complicados, que hay mayor fragilidad para las empresas y aún más para las personas”.

Es por esto que Acosta considera que el salario es importante para la economía. Es a través del consumo de productos hechos por las empresas que se logra la expansión de la actividad económica y el crecimiento, pues genera mayor actividad económica, pero para ello y las empresas también deben corresponder con sus salarios a sus empleados.