La gasolina: una cola más en la ciudad industrial de Venezuela
La rutina diaria se ve trastocada para la familia Pérez, residenciada en la urbanización El Morro en San Diego. Desde hace más de 10 días, cuando comenzaron a registrarse las largas filas en las gasolineras del estado Carabobo, las salidas se han limitado a lo indispensable.
Luisa Pérez, educadora de 36 años de edad, divorciada y madre de dos niñas de 6 y 8 años, ahora debe reservar un tiempo de hasta seis horas, al menos cada cuatro días, para llenar de combustible el tanque de su vehículo.
El dilema es a qué hora irse a hacer la fila: de madrugada o de noche. En ambos casos, el temor a la inseguridad la acompaña.
“Yo trabajo todas las mañanas y antes llevo a las niñas al colegio. Al mediodía las busco para ir a casa y luego a actividades como tareas dirigidas, clases de música y natación. Ahora les estoy llevando el almuerzo y un cambio de ropa para quedarnos en El Trigal y no volver a San Diego al mediodía. Tampoco me aventuro a irme lejos para echar gasolina, hay muchos peligros. Tengo amigas que van a Puerto Cabello o Bejuma a llenar el tanque”, explicó la mujer a El Estímulo mientras esperaba en una estación de servicio de la zona donde reside.
En una situación similar se encuentra Marina López, una administradora de 42 años de edad que vive en Guacara y trabaja en Valencia. Su rutina también se ve alterada porque la gasolina se ha vuelto un producto escaso.
“Tengo que viajar todos los días de Guacara a Valencia y luego regresarme. Antes salía a almorzar donde una tía en Naguanagua, pero ya no. No muevo el carro una vez que llego a la oficina. El asunto es que dos tardes a la semana debo llevar a mi mamá de 76 años a su cita de fisioterapia porque tiene problemas en la columna y piernas, y en este momento no lo estoy haciendo”, indicó.
Faltar al trabajo por hacer las colas
Esta semana se han incrementado las faltas en sitios de trabajo debido a que algunos empleados se quedan atascados en filas que consumen su jornada. Otros no llegan a tiempo por la falta de transporte público, que también se ha visto afectado por la situación.
Elena Rivas, que reside en Yagua y trabaja en Valencia, hizo dos días la cola para surtir gasolina. La primera vez fue al salir de su oficina hasta la estación Bohío, en plena Autopista Regional del Centro, que conecta a los estados Aragua y Carabobo con la capital venezolana. Luego de una hora, entre 6:30-7:30 pm, le avisaron que el combustible se acabó y además tampoco había electricidad. “Allí perdí parte de la tarde del miércoles”.
A la mañana siguiente fue muy temprano a la gasolinera en Yagua. “La cola la empecé a hacer en el distribuidor Yagua a las 6:20 de la mañana hasta la una de la tarde. La gandola llegó a las 11 de la mañana y media hora después fue cuando empezaron a surtir los vehículos, fue desesperante”, relató.
Comercio y transporte afectado
El sector comercial también ha sentido los embates de la escasez de combustible en la región.
Ana Isabel Taboada, presidenta de la Cámara de Comercio de Valencia, narró que el transporte de alimentos es uno de los más afectado por la crisis de gasolina.
“Se está hablando de un 80% a nivel nacional de lo que ha afectado esta crisis, esta escasez de gasolina, sobre todo en la parte del agro, en lo alimentario (…) Esto parece que se agrava en vez de mejorar. Vemos que las colas van en aumento. Cada vez hay más kilómetros y kilómetros de carros y transporte. La gente no se puede movilizar hacia sus trabajos o sus colegios”, destacó Taboada.
Asimismo, agregó que los comercios han tenido que flexibilizar sus horarios porque a veces los encargados o empleados no logran llegar a la hora de subir las santamarías.
“Estamos viviendo una especie de reality show, pero de supervivencia”, agregó la vocera de la Cámara de Comercio de Valencia.
El sector del transporte público es otro de los afectados por la crisis que genera la disminución de oferta del combustible, han asegurado dirigentes del Sindicato Único del Transporte en Carabobo.
Itsban Rivero, secretario de Organización del mismo sindicato, dijo que convocaron a una asamblea de conductores para abordar la problemática que enfrentan.
Entre otros puntos, han solicitado a los dueños de estaciones de servicio que den prioridad a los trabajadores del sector transporte en las extensas colas.
Rivero también ha denunciado que en algunas filas, personas inescrupulosas han ofrecido vender en dólares las pimpinas de gasolina.
Lo cierto es que las colas para los transportistas también son un dolor de cabeza para aquellos que requieren de este servicio para trasladarse de un lugar a otro en la ciudad de Valencia y otros municipios de Carabobo.
Respuesta oficial
El pasado lunes 20 de mayo el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, anunció a través de sus redes sociales la creación del Estado Mayor de Combustibles para “garantizar la distribución de gasolina” en la región.
Lacava sostuvo un encuentro con representantes de la estatal petrolera, algunos alcaldes, el alto mando militar en el estado y funcionarios de los cuerpos de seguridad, entre otros.
“Aquí estamos trabajando en unión cívico-militar para poder dar respuestas. Seguimos trabajando para contrarrestar los efectos del bloqueo. Se ha creado un Estado Mayor de los diferentes combustibles en el estado Carabobo que trabajará las 24 horas del día para dar más herramientas a los usuarios e impedir que se generen las distorsiones que en este tipo de casos se generan”, señaló Lacava. Además adelantó que serán “implacables contra aquellos que se aprovechen de la situación para fines personales”.
Disminución de compras y producción
De acuerdo con el testimonio de Iván Freites, secretario de la Federación de Trabajadores Petroleros, el problema de la gasolina ha afectado a 20 estados del país.
“En el año 1998 Venezuela producía 3.700.000 barriles. Actualmente no llegamos a 500.000 barriles, según números de esta semana. Solamente en el Lago de Maracaibo, hablo de producción marítima, se están produciendo 40.000 barriles diarios. Eso es una producción mínima comparada con lo que producía el Zulia en 1998, que eran 1.800.000 barriles por día”, aseveró Freitas a Unión Radio en Valencia.
También informó que la semana anterior, en Anzoátegui, de los cuatro mejoradores que producían, solo estaba funcionando uno de ellos. “Es el de Petromonagas, una empresa mixta Pdvsa-Rosneft”.
Por su parte, la agencia de noticias Reuters informó que el desplome de las importaciones de combustible, las sanciones que ha impuesto Estados Unidos a Venezuela y la paralización de la refinería de Cardón, la segunda más grande del país, serían las causas de esta nueva crisis de suministro de gasolina.