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Táchira se queda sin gasolina

Ante las interminables colas y los mecanismos de soborno que rodean las pocas estaciones de servicio que surten de gasolina a San Cristóbal, este jueves los usuarios, cansados de permanecer horas a la espera de llenar el tanque de combustible, se organizaron en las entradas de las gasolinera para impedir el paso de los llamados “coleados” que surten con el pago de una bonificación a los encargados de vigilar la venta.

Una semana, tres días y 15 horas, fue el tiempo que le llevó a Yohana Chen, habitante de San Cristóbal, para llenar el tanque de gasolina de su vehículo en medio de las interminables colas que se registran en la entidad andina desde hace semanas y que en los últimos días se han incrementado.

La crisis de escasez de combustible aumenta en Táchira y ninguno de los controles impuestos (TAG, reducción de cupos, captahuellas) por el gobierno ha surtido efecto, ni siquiera el recién implementado “pico y placa” ha servido para contrarrestar el desabastecimiento en la región fronteriza con Colombia, afirmaron los usuarios.

Quienes a diario tienen que pasar días y horas en medio de colas para la gasolina, aseguran que “la corrupción exacerbada” en la que se encuentran inmersos civiles y uniformados ha hecho de la compra de gasolina “la peor pesadilla” para quienes habitan en la región fronteriza con Colombia.

“Uno se da cuenta de personas que llegan a las estaciones de servicio, surten de combustible dos veces en la mañana, en la tarde regresan y surten dos veces más y así lo hacen cada día. Esto no solo lo hacen civiles, también cuerpos de seguridad (policías, militares). Uno se queda loco viendo como los policías, guardias nacionales y ejército, llegan en motos y surten de combustible hasta siete veces cada día”, dijo a El Estímulo el trabajador de un local contiguo a una gasolinera en San Cristóbal.

En Táchira, los militares, la Policía Nacional Bolivariana y la policía regional, son los que tienen el control y el orden de las estaciones de servicio desde años atrás. A pesar de esa custodia, los usuarios reclaman porque les exigen pagos en pesos colombianos y en dólares para no hacer la fila.

“Aquí se paga hasta 35.000 pesos colombianos por un cupo para surtir de combustible, dependiendo el vehículo. Los rústicos y camionetas son los que pagan más. Por un carro pequeño pueden estar cobrando entre 10.000 y 15.000 pesos o cinco dólares”, reveló un conocedor del negocio que pidió guardar en reserva su nombre.

Bombas cerradas

En recorrido realizado por El Estímulo por diferentes estaciones de servicio de San Cristóbal, se pudo constatar que un importante número de estaciones de servicio se encontraban cerradas sin combustible, pero los usuarios permanecían en las largas colas.

“Estamos esperando a que llegue la gandola. Los que estamos aquí ya nos toca esperar a mañana para que nos surtan por el número del terminal de la placa. Quien hizo la cola hoy y no pudo llenar el tanque ya perdió el tiempo, debe irse”, dijo Juan Barroso, tachirense en la estación de servicio ubicada en la avenida Libertador.

En Táchira existen 112 estaciones de servicio y en San Cristóbal 39, de las que no están en funcionamiento ni el 20% de ellas, dijo una fuente ligada al negocio del combustible.

El problema de la escasez de gasolina es generalizado y ninguno de los 29 municipios de la región escapa de la realidad. En la frontera hace más de una semana no llega gasolina, informó el propietario de una estación de servicio.

“No es solo en San Cristóbal el desabastecimiento, es en San Antonio, Ureña, Capacho, Rubio. La gasolina estaba llegando a la frontera día por medio, lo que nos permitía abastecer a la población a diario. Desde el martes 7 de abril no recibimos gandolas y la respuesta es que no hay gasolina en la planta de El Vigía, no sé si sea verdad porque todo el tiempo tapan las cosas”.

Mafias uniformadas

La población señala frecuentemente a los contrabandistas de gasolina de la crisis que vive la región.

“Puede ser cierto que ya no exista la misma cantidad de gasolina que antes, pero hay quienes no tienen perdón de Dios y son los que a pesar de la situación la compran para venderla hacia Colombia. Si usted busca un taxi en San Cristóbal o en cualquier población del Táchira seguramente no lo va a encontrar, pero si da un paseo por las estaciones de servicios asignadas a ellos y a los autobuses de transporte público, verá que las colas no tienen fin”, denunció Helena Sánchez, habitante de San Cristóbal en medio de una fila para surtir gasolina.

En conversaciones con El Estímulo, un empresario de la gasolina que pidió reserva de su nombre, denunció que todos los organismos relacionados con el combustible saben y conocen el problema que tiene Táchira con la venta del hidrocarburo hacia Colombia.

“Los beneficios que trae la disparidad cambiaria con la venta de gasolina en pesos es muy tentadora. Pero también es cierto y te puedo decir que el problema de abastecimiento de gasolina al día de hoy está en todo el país”.

Quienes conocen el negocio del contrabando y lo repudian no quieren denunciar los detalles o pormenores del negocio en el que se incluyen a civiles y uniformados. Evitan mostrar sus rostros y dar sus nombres por temor a represalias.

“Tengo más de 14 horas haciendo la cola para poner gasolina, se va la luz y los señores de la estación de servicio se niegan a prender la planta eléctrica para continuar surtiendo. Ellos dicen que no tienen el gasoil, cosa que no creemos cierta porque ellos son los que lo distribuyen y venden. Lo curioso es que se nos acercan los policías y nos ofrecen a quienes hacemos la cola que ellos buscan el gasoil para la planta pero a cambio debemos permitirles meter dos carros por cada uno de nosotros que estamos haciendo la cola. Qué desvergonzados e inmorales son, pues no, no lo aceptamos”, relató a El Estímulo José Leonardo Rojas.

Ni el “protector” protege

“Vamos a un proceso de revisión, rectificación y reimpulso”, dijo el llamado protector del Táchira, Freddy Bernal, cuando se juramentaban los miembros de los Estados Mayores, incluyendo el de combustible, el pasado 29 de marzo.

El representante de Maduro en la región andina precisó que los integrantes de los “Estados Mayores” llegaron a “garantizar calidad de vida” a los tachirenses, acción que no ha sido posible concretar ante la permanencia de semanas, días y horas en las colas de la gasolina. Además de haberse reducido la distribución de combustible a la región de 60 gandolas semanales para San Cristóbal a solo el despacho de cinco, detalló un empresario de la gasolina.