PDVSA cierra sus dos últimas refinerías operativas
Petróleos de Venezuela (PDVSA) habría cerrado sus dos últimas refinerías operativas: Amuay y Cardón en el Centro de Refinación Paraguana (CRP), el mayor complejo de refinación del país.
Así lo reseña en un informe técnico visto el lunes por S&P Global Platts, analista de información de energía.
La firma asegura que debido a múltiples fallas y la falta de crudo para procesar, la refinería Amuay con capacidad para producir 645 mil barriles de petróleo diarios (bpd) cerró por completo este lunes 27 de enero con sus cinco destiladores.
La refinería Cardón con capacidad para 310 mil bpd habría cerrado el sábado 25 de enero por trabajos de mantenimiento en el destilador número uno, que había estado produciendo 50 mil bpd.
Un trabajador de una refinería en Amuay que habría hablado con Platts en calidad de anonimato, dijo que tomará “tal vez dos o tres días más” reiniciar Amuay y que reactivar Cardón se llevará “unas pocas semanas”, motivado a las reparaciones del destilador.
“La unidad de craqueo catalítico de 108 mil bpd de Amuay ha estado cerrada desde diciembre, mientras que la máquina flexible de 72 mil barriles de la planta desde marzo de 2016 y la unidad de coque retrasada de 34 mil bpd permanece cerrada por reparaciones”, revela S&P Global Platts.
De acuerdo con la firma, Amuay no corre a su máxima capacidad desde la explosión de agosto de 2012, que causó la muerte a 42 personas y dejó unos 80 heridos.
La planta de asfalto Bajo Grande con capacidad para 16 mil barriles también parte del CRP ya estaba cerrada, asegura Platts.
La estatal PDVSA tiene otras dos refinerías. Una en Puerto La Cruz con capacidad para generar 187 mil barriles diarios y El Palito (140.000 bpd), que ya estaban cerradas, debido al deterioro de las unidades, la falta de crudo ligero para procesar y fallas en el servicio de electricidad.
En 2019, Venezuela produjo 792 mil barriles de petróleo diarios, lo que representa 562 mil menos que en 2018, cuando la producción se ubicó en 1.354.000 bpd, según cifras de fuentes secundarias que reportan a la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
En un año la producción de crudo cayó 41,50 %.