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Almagro asumió segundo mandato en la OEA

Luis Almagro tomó posesión para un segundo mandato de cinco años como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el que ha ratificado que no cederá “ni un ápice en la lucha contra las dictaduras”, con la aspiración de “normalizar a la democracia como único sistema político” del continente.

“Acepto la responsabilidad se seguir adelante los trabajos de la OEA en este segundo mandato“, ha dicho en una intervención virtual ante el Consejo Permanente, que le eligió el pasado 20 de marzo con 23 votos frente a los diez de su única rival, la ex ministra ecuatoriana María Fernanda Espinosa.

Almagro ha reivindicado la OEA como “el principal foro político de las Américas” y, en este sentido, ha reiterado su compromiso para “normalizar a la democracia como único sistema político para el hemisferio, sin excepción, sin discusiones”.

“Podemos observar péndulos entre izquierdas y derechas, entre un parido y otro. La alternancia es normal y sana en democracia, pero jamás debemos admitir dualidades entre democracia y dictadura“, ha sostenido.

El ex canciller uruguayo ha considerado que en el marco de la pandemia de coronavirus es aún más necesario “frenar los intentos autoritarios”, subrayando que la OEA cuenta para ello con “los recursos jurídicos y políticos”, si bien no ha especificado.

“Aspiro a que en estos momentos de crisis reafirmemos nuestro principio fundamental de lucha por la democracia (…) No vamos a ceder un ápice de nuestra lucha contra las dictaduras. Si les gusta a todos, muy bien; y, si no le gusta a nadie, muy bien también“, ha zanjado.

Almagro ha sido una de las voces más combativas con el gobierno en disputa de Nicolás Maduro en Venezuela y el régimen autoritario de Daniel Ortega en Nicaragua, mientras que la OEA fue clave en en revelar el fraude electoral que propició la dimisión de Evo Morales en Bolivia. Estas acciones fueron la bandera de su candidatura a la reelección.

«Más derechos para más gente»

Por otro lado, ha fijado como otro de los ejes de su segundo mandato el conseguir “más derechos para más gente” porque “eso también implica más paz, más soberanía y más justicia”.

“El principal drama de nuestro hemisferio es cargar con la ignominia más repulsiva de ser la región más desigual del mundo, porque no todos accedemos a los mismos derechos, porque no a todos nos ha correspondido la justa parte de nuestros esfuerzos”, ha lamentado.

Así, se ha comprometido a hacer de la OEA “la voz de quienes no tienen voz, de los oprimidos y discriminados“. “Necesitamos una OEA más radicalmente feminista, con todos los derechos para todas las mujeres”, ha apostillado.

Este llamamiento se produce tras unos meses convulsos en la región por la ola de protestas que ha recorrido Ecuador, Chile, Bolivia o Colombia por distintos motivos y que amenaza con reactivarse si las desigualdades sociales aumentan a raíz de la crisis del coronavirus.

Además, ha señalado como “el primer gran desafío” de su segundo mandato la lucha contra el coronavirus, “un enemigo invisible” que requiere “la unidad de todos los países, la solidaridad de todas las comunidades y el voluntariado de todos los ciudadanos”.

Almagro ha hecho hincapié en que tanto las políticas como los derechos y la responsabilidad en el contexto de la pandemia son “transversales”. “Nadie debe dejarse vencer hoy por el virus del pánico porque es necesaria la acción para salir adelante”, ha incidido.

El consenso, ha argumentado, se debe extender más allá de la actual crisis sanitaria y ha abogado por favorecer el “diálogo político” para alcanzarlos, en una región ahora sumamente polarizada.

No obstante, ha advertido que deben ser “consensos para la acción, no para la inacción; para lograr resultados, no para paralizarlos; para hacer más, no para hacer menos; para avanzar en principios, no para erosionarlos”. “Consenso en torno a la democracia, no en torno a la dictadura”, ha zanjado.

Con información de agencias.