Maracaibo a sus 485 años: mezcla de modernismo y tradición
A pesar de todos los problemas que pueda tener, Maracaibo sigue siendo una ciudad con características de metrópolis, con muchos edificios atractivos y bien mantenidos, áreas históricas restauradas, zona colonial y sitios de interés que son emblemáticos para el visitante y una belleza natural que la envuelve. La capital del estado Zulia es una mezcla de modernismo y tradición.
La sensación de andar por la ribera del Lago de Maracaibo, o caminatas nocturnas por el corredor a su orilla, atravesar el Puente General Rafael Urdaneta con la caída de la tarde que se refleja en el majestuoso lago, contemplar la puesta del sol reflejada en las aguas y admirar cómo las corrientes desfilan sin descanso, sorteando los pescadores que a esa hora con sus embarcaciones multicolores salen a su faena, avistando cómo las luces se encienden poco a poco devolviendo parte del día a esta travesía, con bandadas de pájaros que a esa hora buscan su refugio, surcando el azul cielo y retozando en las aguas del Coquivacoa, es algo envidiable.
Maracaibo es una ciudad bella, de contrastes, con una arquitectura que aún conserva, y que a pesar de los inconvenientes que pueda presentar, su hermosura aún se dibuja en la mente de quien la visita, y se queda en cada uno de los rincones como la estrecha calle Carabobo del casco central, donde las viejas casas de antaño multicolores, de lo que fue la primera barriada de la ciudad se convirtieron en su mayoría en locales de diversión nocturna y restaurantes, y donde cada visitante es testigo afortunado de lo que fue otra época.
Pasear por Maracaibo te resigna a dejarte llevar por su encanto. Con la puesta de un radiante sol desde las primeras horas de la mañana, y una temperatura sofocante, observas el bullicio de su gente dinámica, que sale a enfrentarse a la vida en su diarismo y puedes sentir que la reconoce como su propia casa. Ir al populoso barrio Santa Lucía es retroceder al antaño, con sus callejuelas empedradas, su gente dicharachera, casas con altos ventanales y la desbordante alegría que se asoma en cada esquina.
Hacer un recorrido nocturno por ésta capital y ver sus templos e iglesias que titilan con luces multicolores, es uno de los paisajes que se pueden observar desde distintos puntos y es un hermoso atractivo para propios y visitantes. Recorrer la avenida El Milagro convertida en ciclovía en los paseos dominicales y contemplar una panorámica de la ciudad desde lo alto del mirador del Lago en el Parque La Marina, atrae al visitante.
Una ciudad de contrastes. Abrazada por el Lago, la ciudad sigue un crecimiento explosivo y majestuoso con modernas edificaciones y centros comerciales, que contrastan con viejas edificaciones que aún resisten el tiempo. Es una ciudad de contrastes donde el arte popular y la religión, con su eterna devoción por su patrona la virgen de Chiquinquirá, juega un papel fundamental entre sus pobladores.
Una urbe con vistas que se convierten en hermosas postales que roban el corazón de quien la visita, es una ciudad que enamora, y para todo aquel que la conoce la ve como una metrópolis con un toque de majestuosidad en su nuevo desarrollo, abierta al lago como una acuarela azul.
Día a día se ha embellecido. Día a día se ha ido embelleciendo. Gracias a la atención de la Gobernación del Estado Zulia y de la Alcaldía de Maracaibo, y muy a pesar de los inconvenientes que se le presentan en materia de servicios públicos, se hace hasta lo imposible por hacerla cada día más acogedora y más hermosa.
Tiene una interesante mezcla de modernismo y tradición. El casco central, mantiene sus coloridas casas que se pueden recorrer desde el “tranvía turístico” y las rutas ecoturísticas y de igual forma, vemos sus modernos centros comerciales, con edificaciones que en nada tienen que envidiarle a las grandees metrópolis, acogedores restaurantes,club nocturnos, plazas y parques .
Esta cálida y generosa tierra te abraza y te acaricia, te arrulla sobre su pecho, y te rodea de ese ambiente urbano combinado con sus orígenes apacibles, costumbres, tradiciones y espíritu progresista y emprendedor de su gente. Esta es la Maracaibo que hoy cumple 485 años.