Entrevista a Raúl Emilio Baduel y El Gato de Aragua desde la cárcel de Tocuyito(AUDIO)
Una comunicación a escondidas nos conecta con Raúl Emilio Baduel y Alexander Tirado – alias “El Gato de Aragua” – ambos considerados presos políticos en Venezuela. De hecho, responden a esta entrevista desde su celda en la cárcel de Tocuyito, estado Carabobo.
Baduel y “El Gato” fueron arrestados por protestar contra el gobierno de Nicolás Maduro el día 21 de Marzo de 2014. Han denunciado torturas, golpizas, hambre, costillas rotas y un juicio político amañado.
Con este duro expediente, arrancamos con lo que creo debe ser la pregunta más humana: ¿Cómo se encuentran ustedes físicamente? ¿Cuál es su estado de salud?
Bienvenidos, Raúl Emilio, Alexander…
Raúl Emilio Baduel: Física y anímicamente nos encontramos mucho mejor de lo que estábamos en aquel infierno llamado Uribana, ya recuperados, bastante recuperados de las lesiones producto del infierno de Uribana. Aquí en la cárcel de Tocuyito., nos encontramos mucho mejor, estamos bajo resguardo y han cesado los maltratos. Y bueno, tenemos la felicidad y el gozo en el corazón de haber hecho lo correcto y estar haciendo lo correcto. Por eso mantenemos a Dios vivo dentro de nuestra alma y sentimos un infinito orgullo de ser parte de la historia de los venezolanos de la dignidad.
Andreina: Justamente yo quería preguntarles sobre esa temporada en la cárcel de Uribana, las noticias que nos daban sus abogados eran terribles: tortura, maltrato físico y psicológico. Pero queríamos escucharlo de ustedes mismos: ¿cómo fue el trato que les dieron en la prisión de Uribana?
Raúl Emilio Baduel: Desde la misma llegada, desde nuestra llegada al centro penitenciario David Viloria, conocido como Uribana, fueron tiempos difíciles. Primero que todo, la cosa empezó porque fuimos llevados secuestrados de dónde nos encontrábamos en el Centro de Atención al Detenido Alayón, conocido como cárcel de Alayón en Maracay, estado Aragua. Nos sacaron de allí como a las cinco y media de la mañana, engañados, diciendo que íbamos a hablar con un fiscal y desde allí comenzó el tortuoso periodo donde en reiteradas ocasiones vivimos maltratos, tanto físico como psicológico y morales.
A la llegada del centro de Uribana, fuimos sometidos a un área de reclusión conocida como “aislamiento” donde duramos 22 días. En ese sitio nos servían comida caliente en las manos y nos obligaban a que la echáramos al piso porque no existía otro lugar dónde comer. Era una celda de 2 x 2 metros, donde se anegaban las aguas servidas de las letrinas. Y en reiteradas ocasiones vivimos maltratos por nuestra posición política.
En la noche, continuamente echaban gases lacrimógenos y nos hacían maltratos psicológicos poniendo música a todo volumen con una determinada posición política hacia el oficialismo.
Luego, fuimos llevado a un módulo de máxima seguridad: el Módulo Cuatro. Allí llegamos a vivir hasta con 18 personas en una celda de ocho metros cuadrados, sin ningún tipo de desplace. En ese periodo también hubo momentos y ocasiones de maltrato por parte del propio director del penal, en presencia del propio director del penal.
En ese módulo vivimos como unos siete meses, con una comida bastante precaria.Pienso que la mayor tortura que existía era que vivíamos todo el día y toda la noche con hambre.
Durante una requisa, el señor Julio César Pérez, como director del penal, sometió a la población a hechos de tortura al acostarnos – a las doce del mediodía – boca abajo sobre el asfalto caliente, quemándose nuestras partes íntimas.
Durante esa requisa, uno de los individuos, al reconocerme, me pateó el lado izquierdo y me produjo una lesión en las costillas. Luego, en el propio tribunal de juicio, yo se la mostré a la juez y al público en la audiencia.
Andreina: ¿Y qué responde Alexander Tirado, “El Gato de Aragua”…?
Alexander Tirado: En la cárcel de Uribana no fue simplemente el hecho de haber sido golpeado por un bate al cual llamaban “El Comenalgas”, algo que es totalmente cierto. Tenían otros bates que le decían “Derechos Humanos” y te decían: “Bueno, estos son los derechos humanos de aquí”. Aparte de todo lo que fueron los golpes, en una ocasiónfuimos amenazados con armas de fuego montadas en la cabeza. También aguantamos gas lacrimógeno en medio de la madrugada.
A veces, se acercaba un custodio a darme algo de comida y me decían: “Bueno échale un poquito más de comida para que la comida lo acompañe, porque ahí se va a podrir el maldito escuálido ese…”
Alexander Tirado (al frente ) y Raúl Emilio Baduel en la cárcel de Uribana