El Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), al que pertenecen o han pertenecido los máximos dirigentes de Podemos, entre ellos Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, ha recibido autorización del Gobierno chavista para enviar a España unos tres millones de euros desde el 2002, pese a las restricciones en las operaciones con divisas.
CEPS, fundación con la que también han estado vinculados Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa y Luis Alegre, ha cobrado de Venezuela unos cuatro millones de euros por sus servicios de asesoría. Como reveló ABC, el 25 por ciento de esa cantidad se gastaba en Caracas, en alquileres de lujosos apartamentos, entre otros gastos, y el 75% restante se transfería a la matriz de la fundación, en Valencia.
La precaria situación de la economía venezolana hace que el gobierno racione las escasas divisas. Venezuela paga en bolívares a sus proveedores extranjeros, que deben pedir una autorización para cambiar la moneda local por dólares o euros y enviarlos al país de origen. El documento que hoy revela ABC refleja una vez más este mecanismo.
El 22 de noviembre de 2010, el representante de CEPS en Venezuela, Roberto Viciano, pidió autorización a Cadivi, la Comisión de Administración de Divisas, para transferir a CEPS España 18 mil euros. La justificación del movimiento de divisas fue «sufragar pagos de dietas, remuneración y transporte aéreo España-Venezuela-España de los asesores de la Nueva Televisión del Sur TELESUR, en Venezuela», uno de los muchos organismos a los que los actuales líderes de Podemos asesoraban.
Según las fuentes consultadas, los trámites para conseguir autorización y enviar el dinero a Valencia no se demoraban más de un mes. Llama la atención que en las mismas fechas algunos empresas españoles con negocios en Venezuela no conseguían los permisos hasta transcurridos tres años. Así lo confirma un despacho de abogados español que asesora a empresas con actividad en Venezuela y que prefiere mantener el anonimato para no perjudicar a sus clientes: «En esas fechas nosotros hemos estado peleando con Cadivi hasta tres años para conseguir enviar a España el dinero que nuestros clientes habían cobrado en Venezuela», sostienen.
Desde 2008 las empresas foráneas han tenido enormes dificultades para enviar fondos a su matriz en España, lo que se conoce como la «caja atrapada». Debido al férreo control de cambios, las empresas foráneas repatrían dinero a su matriz con cuentagotas. En 2009 Cadivi autorizó la salida de 565 millones de dólares (la moneda americana es la referencia para toda transacción internacional en Venezuela), una cifra que fue cayendo en picado hasta sólo cien millones en 2011, según datos publicados por «El País».Multinacionales española han llegado a tener «apresados» en Venezuela más de dos mil millones de euros, pero, según las fuentes y documentos consultados por ABC, la fundación afín a Podemos, cuyos asesores tenían despacho en el Palacio de Miraflores junto a Hugo Chávez, no se ha encontrado con este problema.
Por otro lado, Monedero dijo ayer que esta semana aclarará las dudas sobre la tributación de los 425 mil euros que cobró por sus trabajos de asesoría para varios países latinoamericanos. Dijo que ya ha reunido «los papeles», al tiempo que, pese a haber tenido que pagar 200 mil euros en una regularización, rechazó fraude alguno.
Con información de ABC