ERRORES DECORATIVOS QUE DEBES EVITAR
Uno de los principales desafíos que enfrentarás es llevar a la realidad la visión que habías imaginado para un espacio determinado
¿Salas pequeñas? Sácales provecho con estos tips
Comienzas con todo el ánimo posible, guardas tus capturas de pantalla de Instagram y buscas inspiración en Pinterest… y poco a poco ves cómo se complican los cambios que querías hacerle a tu cuarto, a la cocina o al área del balcón. Si bien no tienes que ser una arquitecta, sí debes estar al tanto y evitar -en lo posible- estos errores decorativos:
Saltar entre estilos. Esto no significa que no intentes ser algo ecléctica, pero uno de los fundamento del diseño es el balance, y éste no se logra si tienes una habitación minimalista, otra vintage, los baños orientales y la sala moderna. Encuentra un punto de unión y parte desde ahí.
Dimensiones. Tanto los muebles como los accesorios tienen que ser proporcionados a las habitaciones. Por eso, siempre es útil recurrir a la cinta métrica y a un pequeño plano, ¡no importan si lo dibujas en una hoja reciclada y las líneas te salen torcidas! Será un esquema básico.
Exceso de color. Otro de los errores que debes evitar al decorar es saturar con demasiados colores. La pintura o el papel tapiz, además de ser una inversión económica importante, tienen sus “trucos”. Trabaja siempre con dos o tres tonos y no olvides hacer pruebas directamente en las paredes para medir luz y contrastes.
Falta de fluidez. Esto se traduce en poder caminar sin estar tropezándote a cada rato con la cama, sillas, escaparates y demás. Despeja los espacios limitando la cantidad de piezas, al igual que siguiendo ejemplos de distribución lineal, en “L” o la “Doble C”.
Almacenaje. La falta de espacio es un verdadero problema; sin embargo, otro de los errores decorativos es ver los clósets como únicos sitios para guardar pertenencias. ¿Cuáles son las alternativas? El mobiliario multifuncional.
Iluminación. Contar con suficiente luz en los espacios es fundamental. Trata de mantener un equilibrio entre las fuentes naturales y las artificiales, con lámparas de techo y de piel que se puedan graduar.
Sin personalidad. Quizá sea lo más complicado, pero tu casa u oficina deben reflejar tus gustos, así que personalízalo.