LA DIETA REVOLUCIONARIA, Verdades dolorosas ..Ernesto García Mac Gregor
El precio de la Canasta Básica Familiar (con productos regulados) para mayo
2016 subió a 226.462,17 bolívares, un aumento tremendo con respecto al mes de abril
de este año y casi un 800% con relación a mayo de 2015. Se requieren 15 salarios
mínimos para cubrir el consumo de una familia de cinco personas. Para colmo, 25 de
los 58 productos de la canasta escasean.
Los que perciben salario mínimo, apenas pueden cubrir el 6% de la canasta, los
profesores universitarios a dedicación exclusiva un 25%, un TSU I nivel II o un director
de hospital el 8%, es decir, que deben trabajar casi un año para adquirir la cesta
completa. El médico especialista por su parte, no llega a 5%. Los pacientes se están
muriendo de mengua y los galenos de hambre.
Para agravar la situación, los bachaqueros le ganan a los productos regulados
más de siete veces su valor. Por ejemplo, la harina pan, que vale 200, no se consigue
en la calle en menos de 1.500. La imposición del discriminatorio y chantajista CLAP lo
que ha hecho es aumentar la carestía y la corrupción. El anuncio oficial de subir el
sueldo es otro error, porque sin producción, el supuesto aumento, inmediatamente se
traslada al consumidor, encareciendo la vida aún más y fomentando el desempleo.
En ocasiones el hambre vence al miedo, como lo hicieron las 500 mujeres
tachirense que cruzaron por la fuerza el puente Santander para ir a Cúcuta a compra
comida sin importar el impedimento de la Guardia Nacional. Sin embargo, en junio
hubo siete personas fallecidas y 37 heridas en saqueos y protestas por comida en 10
estados del país. Sólo en Cumaná, saquearon 76 locales.
Los estudios indican que 4 de cada 10 venezolanos están haciendo menos de
tres comidas al día y que el 75% de la dieta se limita a carbohidratos. La paralización
parcial del programa de alimentación escolar por la desidia e inflación es alarmante. En
el estado Miranda, el 28% de alumnos de primaria faltan un día/semana para ayudar a
su familia a buscar comida. Toda una generación de niños y jóvenes está creciendo
desnutrida y muy mal alimentada.
El pueblo, con el buen sentido del humor que lo caracteriza, ha bautizado a esta
hambruna horrible como dieta Maduro o ayuno revolucionaria o simplemente Nicolight.
Que oiga quien tiene oídos…