Francia evita un nuevo atentado en París
La policía francesa desbarató un nuevo proyecto de atentado luego de descubrir en un coche abandonado en el centro de París seis bombonas de gas, que llevó a la detención de un comando de mujeres “fanatizadas” de las cuales una había jurado lealtad al grupo yihadista Estado Islámico.
“Se desbarató un atentado”, declaró el presidente francés François Hollande desde Atenas. “Se ha aniquilado un grupo, pero hay otros”, agregó antes de hacer un llamamiento a una “vigilancia reforzada”.
La principal sospechosa, Inés Madani, de 19 años, fue detenida el jueves por la noche junto a otras dos presuntas cómplices en Boussy-Saint-Antoine, al sureste de París.La joven, que había jurado lealtad al EI, resultó herida de bala cuando era detenida.
Las tres detenidas tienen 39, 23 y 19 años de edad. El ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, las calificó el jueves por la noche como “radicalizadas, fanatizadas”. Según el ministro preparaban “nuevas acciones violentas y, al parecer, inminentes”.
El compañero de una de las tres sospechosas, con antecedentes por radicalización islamista, también fue detenido el jueves por la noche en un suburbio oeste de París.
El hermano de este hombre está actualmente detenido por estar relacionado con Larosi Abala, un yihadista que en junio asesinó a un policía y su compañera en su domicilio de la región parisina, indicaron fuentes cercanas a la investigación.
Cuatro personas fueron detenidas en el centro y sur de Francia y continuaban retenidas. “Se trata de dos hermanos y de sus compañeras”, precisó a la AFP una fuente cercana a la investigación, sin precisar cuál era su eventual papel en este caso.
Temor a atentado con bomba
El jueves, la policía francesa fue puesta en alerta por el riesgo de atentados en las estaciones de tren parisinas y de sus suburbios, indicó una fuente policial que estimó que la red, activada desde el extranjero, preparaba un atentado para ese día.
Los investigadores están convencidos de que este vehículo hallado en una calle del Barrio Latino, a pocos cientos de metros de la catedral de Notre Dame de París, visitada por miles de turistas y fieles, con las luces de emergencia encendidas y sin matrícula, debía servir para un atentado, que falló por alguna razón indeterminada.
En el interior del coche se hallaron cinco bombonas de gas y tres botellas de combustible.
Las autoridades francesas toman muy en serio el hallazgo de este coche en el corazón de la capital en un contexto de alerta máxima en el país luego de varios atentados yihadistas en 2015 y 2016 que dejaron un total de 238 muertos.
Los más recientes sucedieron durante el verano, uno en Niza en donde el conductor de un camión mató a 86 personas y otro en una iglesia de una localidad cerca de Ruán (noroeste) en donde un cura de 85 años fue degollado en plena misa.
Los servicios de inteligencia temen que luego del uso de ametralladoras, chalecos explosivos o cuchillos, el próximo ataque sea “colocando artefactos explosivos” en lugares en donde haya una fuerte afluencia de personas, reconoció en mayo su jefe, Patrick Calvar, ante una comisión de la Asamblea Nacional.