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Banda Rafael Urdaneta necesita instrumentos y uniformes (FOTOS)

Valores, familia, servicio social, disciplina, liderazgo, crecimiento, dedicación, cultura, orgullo, éxito, arte y amor a la música. Estas palabras pueden estructurar perfectamente la definición de la Banda General Rafael Urdaneta. Hoy son más de 150 niños, adolescentes y jóvenes, entre miembros y aspirantes, quienes tocan cada instrumento con una pasión única, ejecutando piezas musicales.

“Participar en la banda es como estar en una familia, donde se establecen reglas, normas, disciplina; pero donde todo se hace por amor y con mucha dedicación. Yo empecé a los ocho años y estuve en la parte coreográfica, y desde hace tres años ejecuto la flauta. Aquí el esfuerzo siempre es compensado”. Contó Merciangela Quero, quien tiene 9 años como integrante.

La historia de la banda zuliana llega a cumplir 40 años. El 5 de julio de 1977 hizo su primera aparición en público en el  desfile cívico militar, que se realizaba en la avenida Padilla. Los 42 muchachos, en ese instante, con su uniforme naranja y crema tocaron un pequeño repertorio de tres canciones (Marcha de Venezuela, Moliendo Café y Dum-Dum). En ese momento, era  conocida como la Banda del Estado.

 

 

Hoy el repertorio pasa la centena de canciones, que cada integrante debe aprenderse de memoria, cualidad que distingue a los integrantes.

El director y fundador, Eduardo Villalobos, contó que la banda surgió para darle un espacio en la música a los niños y adolescentes de bajos recursos que estudiaban en los planteles públicos. “De hecho el reclutamiento inicial se hizo solo en colegios públicos. Esto para que ellos también pudieran ser líderes, personas exitosas, emprendedoras desarrollando una sensibilidad humana única, a través de un arte como la música. Hoy, recibimos a los muchachos que deseen estar dentro de la banda, con una edad donde ya tenga la madurez necesaria, porque casi todos los niños tienen oido musical o rítmico”.

Actualmente, la Fundación Banda General Rafael Urdaneta cuenta con una sede, ubicada en el sector Pichincha, que se construyó luego de más de 18 años de luchas. Esta institución cultural formativa ofrece un servicio público gratuito, que es reconocido a nivel nacional e internacional. “Nuestros muchachos generalmente viven en sectores vulnerables y son atendidos por un equipo de profesionales, que en muchos casos son ex alumnos”, indicó Villalobos.

Sin embargo, en estos 40 años son muchas las necesidades que tiene esta fundación sin fines de lucro. En la banda los muchachos utilizan los mismos instrumentos, que son conseguidos a través de ayudas y donaciones. Pero, el uso continuo de los mismos hace que la vida útil de estos sea más corta. “Son muchos los niños que utilizan una misma trompeta, una misma flauta o saxofón. Existe una necesidad de reponer instrumentos, porque tienen mucho desgaste, primero porque generalmente las presentaciones se hacen a la intemperie, es decir, expuestos al sol, lluvia, polvo, e incluso, a bebidas”, indicó el director.

 

 

Según los indicadores que lleva la fundación, el 25% de los instrumentos necesita reparación, pues muchos tienen hasta 40 años en uso. “El precio de estos instrumentos está entre 500 y más de mil dólares”, detalló.

En el proceso de enseñanza los más niños “ruñen” las cañas de las boquillas y cada vez que una se deteriora son 7 mil bolívares.

Otra necesidad urgente son los uniformes, que se encuentran ya descoloridos por el uso continuo. “Nosotros hicimos las solicitudes de los uniformes y de seis saxofones baritonos al gobernador del estado, Francisco Arias Cárdenas. Esperamos recibir esta donación para celebrar nuestros 40 años”, dijo.

Actualmente, hay 12 instructores en la banda, pero solamente tres son pagados por el Gobierno regional. Villalobos indicó que la Alcaldía de Maracaibo se comprometió con pagar cinco más; sin embargo, aún no han concretado nada.

 

 

“La banda está costeando los nueve instructores restantes. Y debemos buscar esos recursos por medio de nuestras dos rifas anuales, una que llamamos el bono aniversario para julio, y la segunda el bono navideño”, dijo el director.

Anaximandro Cruz, tiene 34 años dando clases de música en la banda, dijo: “Enseñar a los niños lo que uno ama es bellísimo, y estar en la banda ha sido una bendición de Dios”.

Más de dos mil egresados tiene la banda. Muchos son profesionales en distintas áreas, pero otros han seguido la carrera musical. Tal es el caso de Francisco Quintero, licenciado en música y saxofonista, quien resaltó: “Aquí en estos espacios te quedan los valores. Aquí te enseñan además del amor por la buena música, a ser honesto, a dar ejemplo con el buen comportamiento y el don de servir”.

Se conformó un grupo de ex alumnos que están haciendo actividades para recaudar fondos para la banda.

Las personas que deseen colaborar  pueden hacerlo en la cuenta BOD corriente, 0116-0103-19-0005925680, a nombre de la Fundación Banda Rafael Urdaneta Rif: J-07049973-7.