Ciudadanía y Rebelión Popular Por Douglas Zabala
En el libro “Recuerdos Sobre la Rebelión de Caracas”. José Domingo Díaz narra, desde su posición de testigo de primer orden, sus vivencias e impresiones sobre el proceso de independencia y su principal líder, Simón Bolívar. A pesar de estar redactado bajo la óptica de un venezolano, que asumió la causa realista y la defensa del imperio español, en él, vamos a encontrar pasajes, anécdotas y sucesos, como los iniciados en días previos a los acontecimientos del 19 de abril de 1810. Hechos sociales y políticos que dieron origen a nuestra amada República y a los valores fundamentales de nuestra venezolanidad.
Según Diaz, el 5 de julio de 1808 llegaron con pocos días de distancia al puerto de La Guaira una fragata de guerra inglesa, con la noticia de la insurrección de estos reinos por nuestro legítimo soberano, y un bergantín francés con dos comisionados y las órdenes competentes para el reconocimiento de José Napoleón. Entonces nuestra juventud caraqueña influenciada por la revolución francesa, salió tumultuariamente a las calles a celebrar aquellas buenas nuevas, que serían las semillas de los futuros días de abril.
El 13 de abril de 1810 llegó a Puerto Cabello un buque mercante partido de Cádiz a principios de marzo, con la noticia de la disolución de la Junta Central Gubernativa del reino y la ocupación de las Andalucías por los ejércitos franceses; y el 17 fondeó igualmente en La Guaira otro buque de la misma procedencia, llevando a su bordo a Villavicencio y Montúfar, comisionados por la Regencia del reino para anunciar su instalación y los acontecimientos de esa época. Toda la mañana del Miércoles Santo, 18 de abril, se pasó en esta expectación agitada.
Simón de Bolívar, Tomás Montilla, José Félix Ribas, Martín Tovar y Juan Germán Roscio, entre otros, se reunieron por última vez el 19 de abril, a las tres de la madrugada en la casa de don José Ángel Álamo, y dispusieron el modo y forma de iniciar su obra a las ocho de la mañana. En consecuencia, todos los conjurados, fueron citados e instruidos de las disposiciones acordadas. Nadie durmió esa madrugada, todo estaba consumado para ese día donde otra América nacía.
Dados los acontecimientos ya conocidos en la historia de esta Venezuela irredenta, y que no es menester desarrollar; hoy, y salvando la distancia, de nuevo el glorioso pueblo de Caracas y el resto del país, este 19 de abril de 2017 se presta a cumplir otra jornada épica para la historia venezolana, esta vez por la democracia, la libertad y el derecho a la vida.
Vamos a ejercer ciudadanía, a través de una gran rebelión popular, originaria y constituyente, como aquel 19 de abril de 1810 para exigirle al déspota de Nicolás Maduro, libertad de todos los presos políticos, destitución y enjuiciamiento de los Magistrados de la Sala Constitucional, restitución de la majestad a la Asamblea Nacional y Elecciones Generales.
Vamos todos a la calle. Llegó la hora de mantenernos como lo solicitaron los firmantes de nuestra Acta de Independencia: ¡Firmes, Fuertes y Constantes!