El poder de las palabras
Hace un par de días recibí una cadena de WhatsApp donde, palabras más o palabras menos, alguien advertía sobre el uso del adverbio NO, por la dificultad que tiene el cerebro para procesarlo, todo esto dicho desde la perspectiva de la Programación Neurolingüística (PNL).
Me llamó mucho la atención está afirmación, ya que alertaba sobre frases de uso común en estos tiempos, como: «no más violencia» o «no queremos más enfrentamientos», por citar algunas. Dada la importancia de esta información, elegí investigar un poco y descubrí que el uso del vocablo NO, está considerado uno de los grandes mitos que giran en torno a la PNL, tal como lo explica Xavier Pirla Llorens, primer Licensed Master Trainer de PNL español, a través de un video alojado en su site www.talentinstitut.com
Allí Pirla devela que el cerebro si posee la capacidad de procesar la expresión de negación, solo que antes debe recrear en imágenes, hacer una representación mental del objeto o situación aludida para comprenderla y luego negarla.
Explico: el cerebro traduce toda palabra en símbolos e imágenes, porque la necesita para asociarla a los pensamientos. De la misma manera hay palabras que la mente no puede traducir en una imagen, el NO es una de ellas, entonces lo que recrea es la imagen de lo que se está negando.
Les invito a realzar este ejercicio: imaginemos un árbol, verde, frondoso. Ahora, no quiero que vean una manzana roja colgando de él. No vean ninguna manzana roja. ¿Qué pasó? Es probable que la imagen de una o más manzanas rojas haya pasado por su mente.
En cuanto a otras expresiones que incluyen el NO acompañado de palabras como miedo, peligro, violencia, hambre o tristeza, las imágenes se asocian a sentimientos. Si alguien dice «no más violencia» lo usual es que quien escucha recree alguna escena violenta junto a las sensaciones que la violencia trae consigo, impregnando su cuerpo con miedo, rabia o dolor. Así que, por más que el cerebro busque negar ese concepto, ya el cuerpo asimilo la carga energética de las palabras.
En resumen, nosotros entendemos el NO, pero como el cerebro solo piensa en imágenes cuando utilizamos una expresión en la que se encuentra la palabra NO, lo único que conseguimos es reproducir aquello que pretendemos negar.
Les invito a observar ese diálogo interno y seleccionar los términos y palabras que dibujen las imágenes de los resultados que se quieren lograr. Enfocarnos en lo positivo, en nuestras metas y probar decir «queremos vivir en paz, en abundancia», «queremos respeto», «busquemos la unión», para constatar los resultados.
En esta era de auge de las comunicaciones virtuales, la comunicación más importante ocurre en el interior de nuestra mente. Aprender ese lenguaje es vital, porque es allí donde residen algunos de los poderes que pueden cambiar nuestra vida. Hasta la próxima.