FOTOS | Venezolanos elevan plegarias por los caídos en la “concentración por la luz”
El viento intentaba impedir que las velas se encendieran. Un grupo de jóvenes quería escribir con ellas “no más muertes” en el piso de Parque Cristal (Chacao). Con insistencia lo logró.
En ese lugar y en el Centro Comercial La Villa (Montalbán), la oposición se concentró en la capital en lo que la dirigencia denominó “concentración de la luz por los caídos”. El homenaje a los muertos durante las protestas fue sobrio y conciso. En los rostros de la gente se podía leer la tristeza, la rabia y también la esperanza.
“Esto es una jornada de reflexión”, se escuchó, varias veces, desde el parlante. Hecho que se evidenció en ambas concentraciones.
Foto: Andrea Hernández
El diputado Carlos Paparoni tomó el micrófono y alzó la voz para decir: “Hoy, cuando son 46 hermanos caídos, no puedo pedir un minuto de silencio por ellos. No hay tantos minutos, no hay tanto silencio para aquellos que dieron su vida por Venezuela. Los vamos a honrar en la calle luchando y no regresaremos hasta que tengamos la tarea cumplida”.
Y no hubo minuto de silencio. Pero sí varios discursos y una misa. También los vendedores informales aprovecharon para “hacer su agosto” en mayo. “Velas a Bs 500”, gritaba uno de ellos, mientras caminaba a través de la gente por la Avenida Francisco de Miranda.
Del lado este de la ciudad, no hubo casi banderas de partidos políticos, tan solo unas de Copei. En cambio, el movimiento estudiantil sí levantó los estandartes de sus universidades que permanecieron alzados junto a las banderas de Venezuela. Algunas llevaban un lazo negro en la punta en señal de luto.
Foto: Andrea Hernández
Pasadas las 6:45 pm, la masa de gente se unió bajo la consigna: “¿Quiénes somos?”/ “Venezuela”/ “¿Qué queremos?” /”Libertad”, y como los manifestantes ocuparon más cuadras que el complejo de Parque Cristal, el lema no iba en sincronía. Solo se unieron todas las voces cuando repitieron varias veces la palabra “libertad”.
Después de esto, comenzó una misa. “El señor es mi pastor, nada me falta”, repetían los presentes. El cura, desde el camión, sostuvo: “El símbolo de la luz es la que llevamos en el corazón. Somos seres de luz no de oscuridad”. Entonces, lanzaron 44 globos de los deseos “por los caídos”.
El padre le imploraba al Señor que “ayude a vencer tanta maldad, a conquistar la democracia y libertad”. También le “ordenó a la Fuerza Armada Nacional, en nombre de Dios, que cese la represión”. Tras el permiso del padre, las personas comenzaron a retirarse luego de entonar el Gloria al Bravo Pueblo.
Foto: Valeria Pedicini
En el punto de concentración al oeste de la ciudad, se evidenció un grupo más reducido de personas que al otro lado de la capital. Lo que prevalecía en ambas era la fuerte convicción de permanecer en el lugar hasta que terminara la actividad. A cuentagotas llegaron las personas para ocupar la calle frente al Centro Comercial La Villa en Montalbán.
Con vela en mano y decididos a vencer el miedo a la noche y a la inseguridad, aunque sea por un rato, los asistentes se hicieron sentir con sus plegarias la intención “de querer un país mejor”, según insistían.
El parlamentario, Richard Blanco, llamó a convertir “el dolor (de las recientes muertes), que se lleva por dentro, en fortaleza” para sobrellevar la situación y seguir adelante en las manifestaciones hasta que “se logre un cambio en el país”.
Foto: Valeria Pedicini
Foto: Andrea Hernández
Entre las personas que asistieron, Blanca de Álvarez regaló a El Estímulo su testimonio. Tiene 60 años. Llegó al lugar desde Caricuao acompañada por alguien de confianza porque confesó que no puede ver. Aún así, dejó claro que su “discapacidad visual no fue impedimiento alguno para responder a la convocatoria opositora”.
Con voz queda, que poco a poco fue enardeciéndose, la señora Blanca expresó que rechaza la represión de las fuerzas de seguridad del Estado contra los jóvenes. “Los están matando. No los han dejado vivir nuestra democracia. Eso que viví, ellos jamás lo han vivido. Yo marcho por algo que conozco, porque conozco la democracia pero ellos no. Marcho por ellos”.
Las banderas de los partidos políticos tampoco estuvieron presentes en este punto, aunque sí algunos militantes usaron las camisas de sus partidos. Estas fueron opacadas, tanto por la noche que se avecinaba, como por el pequeño -pero constante- flujo de personas.
Los políticos que asistieron, como Miguel Pizarro, María Corina Machado, Tomás Guanipa, Jorge Millán y Freddy Guevara, se unieron a las plegarias que, también dio un sacerdote desde el camión dispuesto como tarima y altar. Junto a su voz todos elevaron las velas por los 45 caídos durante las protestas y disturbios en 53 días de manifestaciones.
Foto: Valeria Pedicini
Aquí sí hubo un minuto de silencio, que marcaban los relojes, a la vez que subía al cielo un globo del deseo con la bandera de Venezuela. Poco después, ese globo cayó cerca, entre los manifestantes, que lo tomaron nuevamente para que volara. Esta vez, obedeció a la insistencia y constancia que muestran los simpatizantes de la oposición ante lo que llaman “la lucha de calle”.
Foto: Andrea Hernández
Después de los discursos políticos y tras la ceremonia eclesiástica, al igual que en el este, todos entonaron el Himno Nacional.
Justo después, las personas se fueron rápidamente del lugar. Desafiaron a la inseguridad durante el tiempo de la convocatoria -de 5:00pm a 7:00pm- pero prefirieron no retar al destino.
En Caracas no hubo represión por parte de las fuerzas de seguridad. Sus asistentes lograron “ir en paz”, a diferencia de José Francisco Guerrero y Manuel Castellanos que hoy murieron por disparos en Táchira.
Este miércoles, llegaron a 45 los muertos en protestas y disturbios. El primero fue Guerrero de 15 años, herido el martes en la localidad Sabaneta en Táchira y fallecido este miércoles, por el impacto de una bala, según denunció su hermana María Elizabeth Contreras Zambrano.
Foto: Felipe Rotjes
El joven quedó atrapado en medio de los disturbios y enfrentamiento registrados en el lugar. Aunque su familia asegura que mientras agonizaba le dijo a su madre que “la guardia nacional le había disparado”. Él había salido al abasto, según Contreras, “y no volvió”.
Poco más tarde una segunda persona, de 46 años de edad, identificado como Manuel Castellanos, falleció en el Hospital Central de San Cristóbal tras haber recibido un disparo en el cuello en horas del mediodía en Tucape, a 14 kilómetros de San Cristóbal.
Mientras cientos de ciudadanos encendieron luces en todas las ciudades del país por la paz, a Guerrero y a Castellanos, este miércoles, se las apagaron.